sábado, 20 de septiembre de 2008

SEÑOR SOBRE EL REINO DE LOS GOBIERNOS HUMANOS

Por último, le ataron y le llevaron delante del sumo sacerdote. Después delante de Pilato, de Herodes, otra vez de Pilato. Este le hizo algunas preguntas:
-¿Eres tú el rey de los judíos?
-Tú lo dices.
Luego, siguió preguntando, pero Cristo ya no respondió. Pilato se enfadó. -¿A mí no me respondes? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte o condenarte? – Jesús estaba de pie, calmo, sereno, con paz. Le dijo:
-Ninguna autoridad tendrías, si no te fuese dada de arriba-. Pilato no entendió.
Entró en su palacio frotándose nerviosamente y preguntándose: -¿Pero quién es éste? ¿Quién es éste? Yo soy el gobernador Pilato. Me respalda todo el imperio romano. Y él me dice que hay otra autoridad encima de mí. Pero… ¿Quién es éste?
-¿QUIEN ES ESTE? – Pilato, no te canses. Este es Jesús de Nazaret: Señor sobre todos los gobiernos. Y ninguna autoridad tendrías, Pilato, si no te fuese dada de arriba. Jesús demostró vez tras vez en su ministerio público su autoridad sobre los gobernantes; ya fueren estos políticos o religiosos. Los principales sacerdotes se acercaron a él, pero siempre enmudecieron en su presencia. Este Jesús demostró en tres años y medio de ministerio público que era Señor sobre todas las esferas del universo.

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