martes, 20 de enero de 2015

CUANDO DIOS QUEDA EN SILENCIO...

Y echándose [Elías] debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. —1 Reyes 19:5 1 Reyes 19:1-12 Génesis 49–50 ; Mateo 13:31-58 . El profeta había sido enviado a cumplir una misión la cuál fue cumplida convenientemente ¿y después? Cuando oró, el Señor apareció de una manera espectacular: primero, derrotando milagrosamente a los profetas de Baal; y después, al final de una larga y devastadora hambruna (1 Reyes 18). Pero, luego, Elías tuvo miedo y huyó. Entonces, Dios mandó un ángel para que lo alimentara y fortaleciera en el viaje. Después de 40 días, llegó a Horeb; y, allí, el Señor se comunicó con él mediante una voz suave y apacible, en lugar de hacerlo con milagros extraordinarios (19:11-12). Si estás desanimado porque Dios no ha aparecido en un destello de gloria, tal vez esté manifestándose mediante su presencia silenciosa. —Dios está tanto en las cosas pequeñas como en la grandes.

viernes, 16 de enero de 2015

¡DIOS, DIOS MÍO ERES TU!

Isaías 55:8-11 Génesis 39–40 ; Mateo 11 Cuando era niño, solíamos viajar en familia por una zona desértica de nuestro país. Nos encantaba ver a lo lejos las tormentas que, acompañadas de relámpagos y truenos, desencadenaban intensos chaparrones que bañaban la arena caliente. El agua fría refrescaba la tierra… y a nosotros. El agua produce cambios maravillosos en las regiones áridas. Por ejemplo, algunos cactus están completamente inactivos durante la temporada seca. Sin embargo, después de las primeras lluvias estivales, brotan y exhiben delicados pétalos rosados, dorados y blancos. Asimismo, en Tierra Santa, después de una intensa lluvia, los terrenos secos parecen florecer de la noche a la mañana. Isaías utilizó la renovación que produce la lluvia para ilustrar la obra de la Palabra de Dios: «Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié» (Isaías 55:10-11). La Escritura y El Espíritu Santo tiene vitalidad espiritual. Por eso, no vuelve vacía. Dondequiera que encuentra un corazón abierto, renueva, nutre y da vida nueva. —La Biblia y el Espíritu Santo es al alma sedienta lo que el agua es a la tierra árida. Dijo Jesús: Pero El que beba del agua Que Yo le daré, Nunca volverá a Tener SED. Porque el Agua Que Yo le daré Se convertirá en el en Manantial de AGUA QUE brotará Dándole Vida Eterna.

lunes, 12 de enero de 2015

¿CUÁL ES TU FRASE DE CONFIANZA?

Lucas 12:4-7, 22-32 … No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos. —Lucas 12:7 Grug Crood, padre de una familia de cavernícolas en una película animada, cree que el único lugar seguro es su cueva. De noche, todos se acurrucan junto a él para que los proteja. También piensa que el lado aventurero de su hija solo puede exponerla al peligro. Su lema para la familia es: «Jamás no tener miedo». Dicho de otro modo: «Siempre tener miedo». A menudo, Jesús les dijo a sus seguidores lo opuesto: «No teman». Se lo repitió a Simón cuando lo llamó para que lo siguiera (Lucas 5:10). Cuando Jairo, líder de una sinagoga y cuya hija estaba muriéndose, se acercó al Señor, este lo calmó con palabras similares (8:50). Lucas 12 relata cuando Jesús les dice a sus discípulos que no tengan miedo, ya que Dios los cuida más que a las aves (v. 7). También, después de su resurrección, les dijo a las mujeres que fueron al sepulcro: «No temáis» (Mateo 28:10). El miedo es un sentimiento universal. Nos preocupan nuestros seres queridos, nuestras necesidades y el futuro incierto. ¿Cómo aprendemos a tener fe? El Señor nos ha dado un fundamento sobre el cual desarrollar nuestra confianza en Él: «… dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré» (Hebreos 13:5-6). —Padre, la vida en este mundo puede ser atemorizante. Gracias por tu promesa de amarnos y cuidarnos siempre. Ayúdanos a recordarla cuando el temor nos invada. El amor de Dios nos libera de las cadenas del miedo.

miércoles, 7 de enero de 2015

JESÚS ANUNCIA QUE EL TEMPLO SERÁ DESTRUIDO

Mateo 24:1-51 Dios Habla Hoy Jesús anuncia que el templo será destruido 24 Jesús salió del templo, y ya se iba, cuando sus discípulos se acercaron y comenzaron a atraer su atención a los edificios del templo. 2 Jesús les dijo: —¿Ven ustedes todo esto? Pues les aseguro que aquí no va a quedar ni una piedra sobre otra. Todo será destruido. Señales antes del fin 3 Luego se fueron al Monte de los Olivos. Jesús se sentó, y los discípulos se le acercaron para preguntarle aparte: —Queremos que nos digas cuándo va a ocurrir esto. ¿Cuál será la señal de tu regreso y del fin del mundo? 4 Jesús les contestó: —Tengan cuidado de que nadie los engañe. 5 Porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí. Dirán: “Yo soy el Mesías”, y engañarán a mucha gente. 6 Ustedes tendrán noticias de que hay guerras aquí y allá; pero no se asusten, pues así tiene que ocurrir; sin embargo, aún no será el fin. 7 Porque una nación peleará contra otra y un país hará guerra contra otro; y habrá hambres y terremotos en muchos lugares. 8 Pero todo eso apenas será el comienzo de los dolores. 9 »Entonces los entregarán a ustedes para que los maltraten; y los matarán, y todo el mundo los odiará por causa mía. 10 En aquel tiempo muchos renegarán de su fe, y se odiarán y se traicionarán unos a otros. 11 Aparecerán muchos falsos profetas, y engañarán a mucha gente. 12 Habrá tanta maldad, que la mayoría dejará de tener amor hacia los demás. 13 Pero el que siga FIRME hasta el fin, se salvará. 14 Y esta buena noticia del reino será anunciada en todo el mundo, para que todas las naciones la conozcan; entonces vendrá el fin. 15 »El profeta Daniel escribió acerca del horrible sacrilegio. Cuando ustedes lo vean en el Lugar santo —el que lee, entienda—, 16 entonces los que estén en Judea, que huyan a las montañas; 17 y el que esté en la azotea de su casa, que no baje a sacar nada; 18 y el que esté en el campo, que no regrese ni aun a recoger su ropa. 19 ¡Pobres mujeres aquellas que en tales días estén embarazadas o tengan niños de pecho! 20 Pidan ustedes a Dios que no hayan de huir en el invierno ni en sábado; 21 porque habrá entonces un sufrimiento tan grande como nunca lo ha habido desde el comienzo del mundo ni lo habrá después. 22 Y si Dios no acortara ese tiempo, no se salvaría nadie; pero lo acortará por amor a los que ha escogido. 23 »Si entonces alguien les dice a ustedes: “Miren, aquí está el Mesías”, o “Miren, allí está”, no lo crean. 24 Porque vendrán falsos mesías y falsos profetas; y harán grandes señales y milagros, para engañar, a ser posible, hasta a LOS que Dios mismo ha escogido. 25 Ya se lo he advertido a ustedes de antemano. 26 Por eso, si les dicen: “Miren, allí está, en el desierto”, no vayan; o si les dicen: “Miren, aquí está escondido”, no lo crean. 27 Porque como un relámpago que se ve brillar de oriente a occidente, así será cuando regrese el Hijo del hombre. 28 Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres. El regreso del Hijo del hombre 29 »Tan pronto como pasen aquellos días de sufrimiento, el sol se oscurecerá, la luna dejará de dar su luz, las estrellas caerán del cielo y las fuerzas celestiales temblarán. 30 Entonces se verá en el cielo la señal del Hijo del hombre, y llenos de terror todos los pueblos del mundo llorarán, y verán al Hijo del hombre que viene en las nubes del cielo con gran poder y gloria. 31 Y él mandará a sus ángeles con una gran trompeta, para que reúnan a sus escogidos de los cuatro puntos cardinales, desde un extremo del cielo hasta el otro. 32 »Aprendan esta enseñanza de la higuera: Cuando sus ramas se ponen tiernas, y brotan sus hojas, se dan cuenta ustedes de que ya el verano está cerca. 33 De la misma manera, cuando vean todo esto, sepan que el Hijo del hombre ya está a la puerta. 34 Les aseguro que todo esto sucederá antes que muera la gente de este tiempo. 35 El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras no dejarán de cumplirse. 36 »En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles del cielo, ni el Hijo. Solamente lo sabe el Padre. 37 »Como sucedió en tiempos de Noé, así sucederá también cuando regrese el Hijo del hombre. 38 En aquellos tiempos antes del diluvio, y hasta el día en que Noé entró en la barca, la gente comía y bebía y se casaba. 39 Pero cuando menos lo esperaban, vino el diluvio y se LOS llevó a todos. Así sucederá también cuando regrese el Hijo del hombre. 40 En aquel momento, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado. 41 De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra será dejada. 42 »Manténganse ustedes despiertos, porque no saben qué día va a venir su Señor. 43 Pero sepan esto, que si el dueño de una casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se mantendría despierto y no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. 44 Por eso, ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen. El criado fiel y el criado infiel 45 »¿Quién es el criado fiel y atento, a quien su amo deja encargado de los de su casa, para darles de comer a su debido tiempo? 46 Dichoso el criado a quien su amo, cuando llega, lo encuentra cumpliendo con su deber. 47 Les aseguro que el amo lo pondrá como encargado de todos sus bienes. 48 Pero si ese criado es un malvado, y pensando que su amo va a tardar 49 comienza a maltratar a los otros criados, y se junta con borrachos a comer y beber, 50 el día que menos lo espere y a una hora que no sabe, llegará su amo 51 y lo castigará, condenándolo a correr la misma suerte que los hipócritas. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.