martes, 19 de abril de 2016

EN LA NECESIDAD SE PUEDE RECURRIR A MUCHOS DIOSES EN LA IGNORANCIA PERO HAY UNO SOLO QUE PUEDE SUPLIRNOS

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo… (v. 2). Lectura: Salmo 42 Nezahualcoyotl (1402-1472) tal vez haya tenido un nombre difícil de pronunciar, pero su significado es sumamente importante: «coyote hambriento»; y sus escritos revelan su hambre espiritual. Como poeta y gobernante de México, antes de la llegada de los europeos, escribió: «Verdaderamente, los dioses que yo adoro son ídolos de piedra que no hablan ni sienten […]. Algún poderoso, escondido y desconocido dios es el creador de todo el universo. Es el único que puede consolarme en mi aflicción y ayudarme con la tremenda angustia de mi corazón. Quiero que él sea mi ayuda y protección». No sabemos si Nezahualcoyotl encontró al Dador de la vida, pero, durante su reinado, construyó una pirámide al «Dios que pinta las cosas con belleza» y prohibió los sacrificios humanos en su territorio. Los escritores del Salmo 42 exclamaron: «Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo» (v. 2). Todo ser humano anhela al Dios verdadero, así como «el ciervo brama por las corrientes de las aguas» (v. 1). Hoy hay muchos «coyotes hambrientos» que saben que los ídolos de la fama, el dinero y las relaciones interpersonales no pueden llenar el vacío de su alma. El Dios vivo es el único que da sentido y satisface. ¡Qué buena noticia para los que tienen hambre del Dios que pinta las cosas con belleza! En Hechos 17:23 El apóstol Pablo dijo: Pues al mirar los lugares donde ustedes celebran sus cultos, he encontrado un altar que tiene escritas estas palabras: “A un Dios no conocido”. Pues bien, lo que ustedes adoran sin conocer, es lo que yo vengo a anunciarles. Tiempo atrás Jesús le había dicho a una mujer en Juan 4:21-24 —Créeme, mujer, que llega la hora en que ustedes adorarán al Padre sin tener que venir a este monte ni ir a Jerusalén. 22 Ustedes no saben a quién adoran; pero nosotros sabemos a quién adoramos, pues la salvación viene de los judíos. 23 Pero llega la hora, y es ahora mismo, cuando los que de veras adoran al Padre lo harán de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios. Pues el Padre quiere que así lo hagan los que lo adoran. 24 Dios es Espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios. El que tiene ojos para leer lea. Señor, solo tú me satisfaces.