martes, 31 de diciembre de 2013

DE SU MANO

Romanos 8:31-39 … prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. —Filipenses 3:12 Cuando cruzamos una calle transitada acompañados de niños pequeños, extendemos la mano y decimos: «Tómate fuerte», y ellos se aferran a nuestra mano lo más fuerte que pueden. Pero nunca deberíamos depender de su fuerza en esto. Lo que los sostiene y protege es nuestra manera de tomarlos de la mano. Por eso, Pablo insiste: «… fui también asido por Cristo Jesús» (Filipenses 3:12). O mejor aun: «¡Cristo me sostiene de la mano!». Una cosa es cierta: lo que nos mantiene a salvo no es cómo nos asimos a Dios, sino la fuerza con que Él nos sostiene. Nadie puede separarnos de sus manos; ni el diablo ni nosotros mismos. Una vez que estamos en ellas, Jesucristo no nos soltará. Tenemos esta certeza: «y yo [Jesús] les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre» (Juan 10:28-29). Una doble seguridad: nuestro Padre de un lado y nuestro Señor y Salvador del otro, rodeándonos como una abrazadera. Estas son las manos que formaron las montañas y los océanos, y que arrojaron las estrellas en el espacio. Nada en esta vida ni en la futura «nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro» (Romanos 8:39). Aquel que nos salvó es también el que nos guarda.

lunes, 30 de diciembre de 2013

SENTIMIENTOS ENCONTRADOS

Apocalipsis 21:1-7 Aun en la risa tendrá dolor el corazón; y el término de la alegría es congoja. —Proverbios 14:13 Para Marlene y para mí, «sentimientos encontrados» describe exactamente nuestro casamiento. No me malinterpretes. Fue un acontecimiento maravilloso que continuamos celebrando después de más de 35 años. Sin embargo, la fiesta de bodas se vio empañada porque la madre de Marlene había muerto de cáncer unas semanas antes. Su tía ocupó de manera extraordinaria la función de «madre de la novia», pero en medio de nuestra felicidad, había algo que evidentemente no estaba bien. Faltaba Mamá, y eso afectaba todo. Esta experiencia tipifica la vida en un mundo perdido. Nuestras experiencias aquí son una mezcla de cosas buenas y malas, de alegrías y tristezas; una realidad que Salomón expresó con estas palabras: «Aun en la risa tendrá dolor el corazón; y el término de la alegría es congoja» (Proverbios 14:13). El corazón alegre suele entristecerse, porque esto es lo que a veces demanda la vida. No obstante, gracias a Dios que esta vida no es lo único que existe. Y en la que está por venir, quienes conocen a Cristo tienen una promesa: «Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron» (Apocalipsis 21:4). En aquel gran día, ¡no habrá sentimientos encontrados, sino solo corazones satisfechos con la presencia de Dios! Para el creyente, un día, la tristeza terrenal se transformará en gozosos cánticos celestiales.

domingo, 29 de diciembre de 2013

LA PRESENTACIÓN

Colosenses 1:21-23 … os ha reconciliado […], para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él. —Colosenses 1:21-22 Mi esposa Martie es una excelente cocinera. Después de un largo día, suelo anhelar el aroma de las especias que prometen un sabroso festín. Ella no solo sabe cómo preparar una comida, sino que también domina el arte de la presentación. Los colores de la comida en el plato, en una armonía hermosamente distribuida de carne, arroz blanco esponjoso y vegetales me invitan a sentarme y disfrutar de su obra. Pero la comida no era tan atractiva antes de que Martie pusiera sus manos en ella. La carne estaba cruda y fofa, el arroz era duro y quebradizo, y las verduras necesitaban ser lavadas y cortadas. Me recuerda la obra de gracia que Jesús hizo por nosotros. Soy bien consciente de mi fragilidad y mi tendencia a pecar. Sé que en mi condición, no puedo presentarme ante Dios. Sin embargo, cuando soy salvo, Jesús me convierte en una nueva creación (2 Corintios 5:17). Me toma exactamente donde me encuentro y me hace precisamente lo que debo ser: «[santo] y sin mancha e [irreprensible] delante de él» (Colosenses 1:22). Me presenta ante nuestro Padre como algo bello y digno de estar en su presencia. ¡Que su obra transformadora a nuestro favor nos estimule a vivir a la altura de la presentación y a estar humildemente agradecidos a Cristo por su obra consumada en nuestra vida! Jesucristo nos toma donde estamos y nos convierte en lo que debemos ser.

viernes, 27 de diciembre de 2013

EL DESAFÍO DEL ENCIERRO

Lectura: Jeremías 29:4-14 … creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo… —2 Pedro 3:18 A los 86 años, Ken Deal concluyó con una predicación dominical más de tres décadas de ministerio voluntario en cárceles y prisiones. Su mensaje a los presos trató sobre servir al Señor durante el encarcelamiento. Muchos de los ejemplos que utilizó eran de prisioneros, algunos sentenciados a cadena perpetua. En un lugar del cual todos quieren salir, los alentó a crecer y compartir con los demás las buenas nuevas de Jesucristo. Cuando el pueblo de Judá fue llevado cautivo por el rey Nabucodonosor y exiliado a Babilonia por desobedecer a Dios, el profeta Jeremías le envió este mensaje del Señor: «Edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos. Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, […] y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis» (Jeremías 29:5-6). Quizá hoy enfrentemos circunstancias limitantes. Sea por nuestro propio error o sin culpa alguna, podemos «pasar» la situación o buscar la fortaleza del Señor para «crecer» por medio de ella. El desafío de cada confinamiento es multiplicarse en vez de reducirse; crecer y no disminuir. La meta del Señor es darnos «un futuro y una esperanza» (v. 11 lbla). Una situación límite puede brindarle al alma una oportunidad de crecer.

jueves, 26 de diciembre de 2013

ESTAR PRESENTE

Job 2:3-13 … se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que su dolor era muy grande. —Job 2:13 Todo Estados Unidos quedó pasmado tras el asesinato de 20 niños y 6 miembros del personal de una escuela de Connecticut, sin poder creer que algo tan horrendo pudiera suceder. La gente pensaba solo en la tragedia y en los cuestionamientos que la rodeaban: ¿Qué clase de persona haría algo así y por qué?, ¿cómo puede prevenirse que vuelva a suceder?, ¿de qué manera podemos ayudar a los sobrevivientes? En medio del caos, un grupo inesperado se hizo presente y marcó una diferencia. Desde Chicago, llegaron unos perros perdigueros especialmente entrenados para ofrecer una sola cosa: afecto. Los perros no hablan; simplemente brindan su presencia. Los niños traumatizados por la violencia se abrieron ante ellos, expresando los miedos y las emociones que no podían comunicarles a los adultos. Tim Hetzner, de la Iglesia Luterana Caridades declaró: «La mayor parte del entrenamiento de estos animales es enseñarles a quedarse quietos y en silencio». El libro de Job nos enseña que las personas que sufren no siempre necesitan oír palabras. A veces, solo precisan que alguien se siente en silencio a su lado, las escuchen cuando necesitan hablar y las abracen cuando sus angustias se convierten en sollozos. Dios tal vez no intervenga para cambiar las circunstancias ni explique la razón del sufrimiento, pero nos consuela con la presencia de otros creyentes (Colosenses 4:8). Escuchar sea tal vez lo más amoroso y parecido a Cristo que hagas hoy.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

CHRISTINGLE

1 Juan 1:1-7 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. —Juan 1:9 En la República Checa y en otros lugares, la celebración de Navidad incluye Christingles: una naranja que simboliza el mundo, con una vela colocada encima que representa a Cristo, la Luz del mundo. Una cinta roja rodea la naranja, simbolizando la sangre de Jesús. A los costados de la naranja, se ponen cuatro mondadientes con frutas secas clavados en la cinta, en representación de los frutos de la Tierra. Esta sencilla ayuda visual ejemplifica el propósito de la venida de Cristo: traer luz en medio de la oscuridad y redimir mediante el derramamiento de su sangre a un mundo perdido. En su relato sobre la vida de Jesucristo, Juan lo describe como la Luz del mundo: «Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo» (Juan 1:9). Cristo, la Luz, no vino solamente para penetrar la oscuridad de este mundo, sino que Él es también «el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (v. 29). ¡Piénsalo! El bebé de Belén se convirtió en el Cristo vivo y resucitado que nos ha rescatado de nuestro pecado. Por eso, Juan nos instruye a «[andar] en luz, como él está en luz» (1 Juan 1:7). Que todos los que hemos sido rescatados por Jesucristo encontremos en Él la paz de andar en su luz. El Cristo recién nacido era y es la Luz del mundo y el Cordero de Dios.

martes, 24 de diciembre de 2013

UNA NOCHE DE PAZ

Lucas 2:1-14 … he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo. —Lucas 2:10 Simón había emigrado de Holanda a los Estados Unidos, donde habían nacido su esposa Kay y sus tres hijos. Allí, Jenny se casó con Roberto, de Panamá; Bill con Vania, de Portugal; y Lucas con Bora, de Corea del Sur. La víspera de Navidad, cuando la familia se reunió para celebrar, empezaron a cantar «Noche de Paz» en sus idiomas nativos; sin duda, un sonido agradable al oído del Señor de la Tierra, mientras se celebraba el nacimiento de su Hijo. Hace 2.000 años, el silencio de una noche tranquila cesó abruptamente cuando un ángel les dijo a los pastores que había nacido un bebé: «No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo» (Lucas 2:10). Después, una multitud de ángeles empezó a alabar a Dios, exclamando: «¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!» (v. 14). ¡Nació el Salvador del mundo, Cristo el Señor! El regalo de la gracia de Dios, su Hijo, que se anunció aquella noche de paz hace tanto tiempo, todavía está a disposición de todos: «todo pueblo y nación» (Tito 2:11-14; Apocalipsis 5:9-10). «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eternal» (Juan 3:16). El coro celestial descendió para cantar cuando el Rey del cielo bajó para salvar.

domingo, 15 de diciembre de 2013

CARTAS VIVIENTES

2 Corintios 3:1-11 Siendo manifiesto que sois carta de Cristo […], escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo… —2 Corintios 3:3 En noviembre de 1963, el mismo día en que el presidente John F. Kennedy fue asesinado, murió otro líder: Clive Staples Lewis. Este erudito de Oxford, convertido del ateísmo al cristianismo, fue un prolífico escritor. De su pluma surgieron libros sobre temas intelectuales, ciencia ficción, fantasías infantiles y mucho más, con un poderoso mensaje cristiano, los cuales Dios ha utilizado para la salvación de muchos, incluidos un político y un científico ganador del premio Nobel. Algunas personas son llamadas a hablarles de Jesús a otros mediante sus escritos, pero todos los creyentes somos llamados a ser «cartas» de Cristo al dar testimonio de Él con nuestra vida. Pablo afirma: «Siendo manifiesto que sois carta de Cristo […], escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo… (2 Corintios 3:3). Sin duda, el apóstol no está diciendo que somos trozos de papel en donde se ha escrito el mensaje de Dios. Pero como cartas vivientes, podemos demostrar que Jesucristo marca una diferencia en cómo tratamos a los demás y nos esforzamos para vivir con integridad. Pocos impactarán a otros como lo hizo C. S. Lewis, pero ¡todos somos llamados a dar gloria a Aquel que nos ama y nos ha redimido! Somos «cartas de recomendación» de Cristo para todos los que leen nuestra vida.

sábado, 14 de diciembre de 2013

FE EN LAMAS

La mayoría de los cristianos hoy no viven una vida cristiana ferviente. Puede que en algún momento hayan experimentado una pasión por Dios, pero no saben cómo mantener ese fuego ardiendo. Conozco una razón del por qué. Luego de veinte años como pastor, he observado que las personas cuyos corazones están apasionados por Dios están rodeados de amistades bíblicas. Sin amigos, nuestra llama se apaga. Con la influencia fortalecedora de otra persona, nuestra pasión por Dios arde de manera más brillante. Hebreos 10:24 le habla a esta dinámica cuando nos insta a considerar «cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras.» La amistad de David y Jonatán es un modelo de la pasión «inflamable» por Dios. Si alguna vez hubo una amistad con todas las de perder, pues ésta lo era. Pero, de su adversidad sale un poderoso cuadro de cómo podemos alimentar nuestra fe unos a otros. Los amigos bíblicos se apoyan unos a otros. Estoy seguro que hubo muchas largas noches durante su lucha de vida o muerte con el loco rey Saúl, en las que David quiso rendirse, contraatacar, o rebelarse contra el Señor. Estoy convencido que una clave para el éxito de David fue su amistad con Jonatán. Corriendo un gran riesgo personal, Jonatán se negó a dejar que David pasara por su crisis solo. Los amigos bíblicos oran juntos. Con el intenso peligro como telón de fondo, Jonatán no se mostró con perogulladas humanas o con consejos mundanos para David. Lo ayudó a llevar sus problemas al Señor. Él «le fortaleció en Dios» (1 Samuel 23:16). ¿Cuentas con un amigo o dos como Jonatán? Los amigos bíblicos te ayudan a someterte a la influencia de Dios que moldea el carácter en tu vida. Vienen a ti en momentos cuando Dios está usando alguna circunstancia para ayudarte a ajustarte a la vida de Jesús, y soplan en los carbones de tu fe. Los amigos bíblicos avivan tu pasión por Dios y tu compromiso para seguirlo con fuerza. Tú los necesitas y ellos te necesitan. Mantén tu vida cristiana ardiendo por Dios, buscando a ese tipo de amigo — y siendo ese tipo de amigo.

viernes, 13 de diciembre de 2013

RECOMPENSAS DURADERAS

1 Corintios 9:24-27 … porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha… —1 Timoteo 4:8 La gimnasta ucraniana Larisa Latynina tenía el récord de 18 medallas olímpicas, las cuales ganó en los Juegos Olímpicos de 1956, 1960 y 1964. Este récord de 48 años de duración fue superado cuando Michael Phelps nadó para ganar su decimonovena medalla en la carrera de relevos de 4 x 200 metros de estilo libre en los Juegos de Londres de 2012. «[Latynina] en cierto modo se perdió en la historia», declaró el periodista de la revista International Gymnast. Cuando desapareció la Unión Soviética, «nos habíamos olvidado de ella». El apóstol Pablo nos recuerda que, a veces, no se tiene memoria del trabajo arduo. Los atletas someten con esfuerzo sus cuerpos a disciplinas intensivas al entrenarse para ganar medallas perecederas (1 Corintios 9:25). Pero no se trata solo de las medallas… con el tiempo, el recuerdo de esos logros disminuye y desaparece. Si los deportistas pueden sacrificar tanto para obtener recompensas terrenales que finalmente se olvidarán, ¿cuánto más deberían esforzarse los seguidores de Cristo para ganar una corona imperecedera? (1 Timoteo 4:8). El sacrificio y la determinación de los atletas se recompensan con medallas, trofeos y dinero. Pero más grandioso es que nuestro Padre celestial premia la disciplina de sus hijos (Lucas 19:17). Dios nunca se olvidará del servicio que hagamos por amor a Aquel que nos amó primero. Los sacrificios para el reino siempre son recompensados.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

LA PIEDRA EUREKA

En 1867, en una granja de Sudáfrica, Erasmus Jacobs, de quince años de edad, encontró una piedra que relucía bajo el sol. Al poco tiempo, un vecino se enteró de aquella roca brillante y quiso comprársela a la familia. Desconociendo su valor, la madre de Erasmus le dijo a su vecino: «Si la quiere, llévesela». Con el tiempo, un mineralogista determinó que la piedra era un diamante de 21,25 quilates sumamente valioso. Llegó a conocerse como «el diamante eureka» (la palabra griega eureka significa «¡lo encontré!»). Poco después, el valor de los campos cerca de la granja de los Jacobs aumentó enormemente. Bajo tierra, había uno de los depósitos de diamantes más rico que se haya descubierto. Jesús afirmó que el valor de ser parte del reino de Dios es como un tesoro: «Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo» (Mateo 13:44). Cuando ponemos nuestra fe en Cristo, se produce un «momento eureka» espiritual. Dios nos perdona por medio de su Hijo. Es el tesoro más maravilloso que pueda encontrarse. Desde ese momento, toda la vida puede empezar a centrarse en el valor de convertirse en un miembro gozoso de su familia eterna. Tenemos el gozo de compartir con otros este valioso descubrimiento. El reino de Dios es un tesoro que hay que compartir.

martes, 10 de diciembre de 2013

LO BUENO Y LO MALO

Y preparó el Señor Dios una calabacera […] para que hiciese sombra sobre su cabeza, y […] un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. —Jonás 4:6-7 La historia del rebelde profeta Jonás nos muestra el deseo de Dios de utilizar tanto las bendiciones como las pruebas para desafiarnos y hacernos mejores. El libro de Jonás menciona cinco veces que el Señor preparó las circunstancias, tanto buenas como malas. En Jonás 1:4, leemos que Dios envió una tormenta: «el Señor hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad…». Cuando los marineros descubrieron que el culpable de la tormenta era el profeta, lo arrojaron por la borda (1:15). Entonces, el Señor «tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás» e impedir que se ahogara (1:17). Más adelante, el libro declara que «preparó el Señor Dios una calabacera» para que le diera sombra (4:6). Después, vemos que dispuso que un gusano secara la planta, y que un viento y un sol abrasadores azotaran a Jonás (4:7-9). Estas circunstancias fueron utilizadas para manifestar la actitud rebelde del profeta. Solamente entonces, Dios pudo confrontar en forma directa el problema en el corazón de Jonás. Cuando enfrentamos diferentes situaciones, debemos recordar que Dios es soberano, tanto sobre las bendiciones como sobre las dificultades que se presentan en nuestro camino. Él desea utilizar todas las circunstancias para desarrollar nuestro carácter (Santiago 1:1-5); emplea todo, lo bueno y lo malo para transformarnos y guiarnos en nuestro camino. El Señor da y quita. Bendito sea el Señor.

domingo, 8 de diciembre de 2013

MÁS QUE SUFICIENTE

Salmo 103:1-11 … el [Señor] te corona de favores y misericordias. —Salmo 103:4 Una vez, invité a varias personas a mi casa, y temí que el menú que había planeado no fuera suficiente para todos. Sin embargo, no tendría que haberme preocupado. Inesperadamente, algunos amigos hicieron sus aportes y todos pudimos disfrutar la sorpresa adicional. Tuvimos más que suficiente y pudimos compartir de la abundancia. Servimos a un Dios que es permanentemente «más que suficiente». Podemos ver su naturaleza generosa en su manera de amar a sus hijos. En el Salmo 103, David enumera la gran cantidad de beneficios que nuestro Padre nos concede. El versículo 4 declara que libra nuestra vida de la destrucción y que nos corona de favores y misericordias. El apóstol Pablo nos recuerda que Dios «nos ha bendecido con toda bendición espiritual» y que «es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos» (Efesios 1:3; 3:20). Por su gran amor, somos llamados hijos de Dios (1 Juan 3:1), y su gracia nos da «siempre en todas las cosas todo lo suficiente» para que «[abundemos] para toda buena obra» (2 Corintios 9:8). El amor y la gracia de Dios que se han derramado en nuestra vida nos capacitan para compartir estas cualidades con los demás. ¡El Dios de poder y provisión es siempre el Señor del «más que suficiente»! —CHK Siempre tenemos suficiente cuando Dios es nuestro proveedor.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

LA GRATITUD EN LA BIBLIA

“DAD GRACIAS EN TODO…” (1 Tesalonisences 5:18) Pablo estaba en prisión cuando escribió: “Dad gracias en todo…”. Él comprendió que la gratitud es una elección diaria que cambia y alegra la vida. Si no lo haces, pierdes el gozo de una vida a nivel superior. Sencillamente, la gratitud es la actitud que marca la “altura” de vida. Desdichadamente, muchos de nosotros elegimos un tipo de vida inferior. Es un enfoque de vida que se arrastra, se lamenta, y trata de pasar inadvertido por debajo del alcance del “radar” de la esperanza. Es un tipo de vida bajo y sucio, ambiguo, desalentado, depresivo, desagradecido, quejumbroso y negativo. Y todos hemos estado allí. Pero hay otro tipo, un tipo de “altitud” superior, allí arriba donde el aire es limpio, el sol brilla y el futuro es tan radiante como las promesas de Dios. Esta vida “vuela muy alto” y se niega a centrarse en lo negativo. Si alguna vez has “volado” por allí, entonces sabes que es donde quieres pasar cada día. Matthew Henry, el famoso erudito de la Biblia, vivió de esa manera. Hace más de doscientos cincuenta años escribió estas palabras en su diario después de que le hubieran robado todo el dinero que tenía: “Quiero ser agradecido porque: en primer lugar, nunca antes me han robado; en segundo lugar, aunque se hayan llevado mi cartera, no se han llevado mi vida: en tercer lugar, aunque se apropiaron de todo lo que tenía, no era mucho; en cuarto lugar, fui yo el robado y no el que robó”. ¡Menuda actitud victoriosa! Ya que la gratitud es una elección, contesta a esta pregunta: ‘¿Soy una persona agradecida?’. Si no te gusta la respuesta, ¡haz algo al respecto! Fuente: www.devocionalescristianos.org

martes, 3 de diciembre de 2013

ESCUCHA Y RESPONDE

Salmo 66:10-20 Mas ciertamente me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica. —Salmo 66:19 Una semana después de la muerte de C. S. Lewis, en 1963, colegas y amigos se reunieron en la capilla de Magdalen College, en Oxford, Inglaterra, para recordar al hombre cuyos escritos habían encendido las llamas de la fe y la imaginación tanto en niños como en eruditos. Durante la reunión de conmemoración, un amigo íntimo de Lewis, Austin Farrer, señaló que Lewis siempre enviaba una respuesta personal manuscrita a todas las cartas que recibía de los lectores en el mundo entero, y agregó: «Su actitud característica hacia las personas en general era de consideración y respeto. Tenía la gentileza de atender a tus palabras». En ese sentido, Lewis reflejaba la destacada atención que Dios presta a lo que le decimos en oración. Durante un tiempo de gran dificultad, el escritor del Salmo 66 clamó a Dios (vv. 10-14). Más tarde, alabó al Señor por haberlo ayudado: «Mas ciertamente me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica» (v. 19). Cuando oramos, el Señor escucha nuestras palabras y conoce nuestro corazón. Sin duda, podemos expresar con el salmista: «Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia» (v. 20). Nuestras oraciones se convierten en la avenida a una relación más profunda con Él. En todo momento, aun en las horas de mayor necesidad, Él atiende a nuestras palabras. Dios siempre nos presta atención.

lunes, 2 de diciembre de 2013

PRIMERAS IMPRESIONES

1 Samuel 16:1-7 … pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón. —1 Samuel 16:7 Un día, mientras compraba en un supermercado, una persona me consideró un ladrón, mientras que otra pensó que era un héroe. Cuando salía del edificio, un empleado dijo: «Disculpe, señor. Hay muchos artículos en su carro que no están embolsados». Evidentemente, esa es una estrategia de quienes roban en las tiendas. Cuando vio que eran productos demasiado grandes para poner en las bolsas, se disculpó y me dejó seguir mi camino. En el estacionamiento, una mujer miró de reojo mi gorro deportivo bordado en dorado y lo confundió con un sombrero militar. Entonces, exclamó: «¡Gracias por defender nuestro país!». Y después, se fue. Tanto el empleado del supermercado como la mujer en el estacionamiento hicieron conclusiones apresuradas sobre mí. Es fácil formar opiniones basadas en las primeras impresiones. Cuando Samuel tuvo que elegir de entre los hijos de Isaí al siguiente rey de Israel, también juzgó según sus primeras impresiones. Sin embargo, el elegido de Dios no era ninguno de los hermanos mayores. El Espíritu le señaló a Samuel: «No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura» (1 Samuel 16:7). El Señor escogió a David, el menor, cuyo aspecto no se parecía en nada al de un rey. Dios puede ayudarnos a ver a las personas a través de sus ojos, porque «el Señor no mira lo que mira el hombre; […] el Señor mira el corazón» (v. 7). A menudo, las primeras impresiones llevan a conclusiones equivocadas.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

PLAGIO ESPIRITUAL

Juan 1:1-18 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre)… —Juan 1:14 Cuando enseño redacción, exijo que los alumnos escriban durante la clase. Sé que la composición que elaboran en el aula es obra de ellos, lo cual me permite familiarizarme con las particularidades de la expresión escrita de cada uno y detectar si «toman prestadas» demasiadas improntas de otro autor. Los alumnos se sorprenden al descubrir que su voz escrita (que incluye lo que redactan y cómo lo hacen) es tan distintiva como su voz física. Tal como las palabras que decimos proceden del corazón, lo mismo sucede con lo que escribimos: revela quiénes somos. De manera bastante similar, nos familiarizamos con la voz de Dios. Al leer lo que escribió, descubrimos quién es y cómo se expresa. No obstante, Satanás trata de sonar como si fuera Dios (2 Corintios 11:14). Usa las palabras del Señor con una leve modificación para desarrollar argumentos convincentes sobre mentiras. Por ejemplo, al convencer a las personas de que hagan cosas supuestamente piadosas, tal como confiar en un régimen externo de auto-disciplina en vez de poner la fe en la muerte y resurrección de Cristo para ser salvos (Colosenses 2:23), Satanás ha descarriado a muchos. Dios se ha esforzado al máximo para asegurarse de que reconozcamos su voz. No solo nos dio su Palabra, sino que también nos entregó al Verbo hecho carne: Jesús (Juan 1:14), para que no seamos fácilmente engañados ni desviados. Sumamente pura es tu palabra, y la ama tu siervo. —Salmo 119:140

lunes, 25 de noviembre de 2013

COMO CRISTIANO, ¿HAS COMPROBADO TUS MOTIVACIONES ÚLTIMAMENTE?

“TODOS LOS CAMINOS DEL HOMBRE SON LIMPIOS EN SU PROPIA OPINIÓN, PERO EL SEÑOR ES QUIEN PESA LOS ESPÍRITUS” (Proverbios 16:2) ¿Eres rápido a la hora de cuestionar las motivaciones de los demás pero lento en el momento de hacerlo con las tuyas? Henry Blackaby habló de un hombre con un muy alto concepto de si mismo que oraba: “Algo no marcha bien, Señor. Leo y oro regularmente, voy fielmente a la iglesia, siempre hago donaciones a obras benéficas, y sin embargo, no tengo mucho. Mi hermano no hace nada de esto y, no obstante, él tiene un montón de dinero. ¿Cómo puede ser que a él le has dado tanto y a mi tan poco?”. Después de una pausa, una voz dijo: “¡Porque te crees un santurrón y eres como un dolor de muelas!”. No puedes engañar a Dios con justificaciones altivas; Él mira en los corazones y juzga nuestras motivaciones. Él Señor sabe cuando haces lo correcto por razones incorrectas. Puedes estar en la iglesia con el corazón lejos de Dios. Los israelitas lo hicieron (ver Isaías 1:10-17). Puedes ayudar a los necesitados y aun así ser ambicioso de dinero; Judas lo hizo (ver Juan 12:4-8). Puedes proclamar tu amor por Jesús y al mismo tiempo favorecer la causa de Satanás; Pedro lo hizo (ver Mateo 16:21-28). Puedes hacer sacrificios mientras vives en desobediencia; Saúl lo hizo (ver 1 Samuel 13:8-10). Puedes orar por motivos incorrectos; algunos cristianos del Nuevo Testamento lo hicieron (ver Santiago 4:3). La Biblia dice: “todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión, pero el Señor es quien pesa los espíritus” (Proverbios 16:2). Dios busca una sola cosa: amor. Todo lo que haces debe ser motivado por amor a Él y a los demás. Así que echa un largo y profundo vistazo más allá de tus hechos, a lo que hay detrás de ellos. Entonces pídele al Señor que te muestre lo que Él ve cuando los examina…

sábado, 23 de noviembre de 2013

LAS ORACIONES CON PROMESAS PARA TUS HIJOS

“MI ESPÍRITU DERRAMARÉ SOBRE TU DESCENDENCIA, Y MI BENDICIÓN SOBRE TUS RENUEVOS…” (Isaías 44:3) En Israel, los padres imponen las manos sobre sus hijos, pasando la bendición de Dios de generación a generación. ¡Tú puedes hacer lo mismo! Puedes orar, reclamando las promesas del Señor sobre tu familia y declarar que se haga su voluntad en sus vidas. ¿Son eficaces tales oraciones? ¡Desde luego que sí! Dios dice: “…así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a Mí vacía, sino que hará lo que Yo quiero y será prosperada en aquello para lo cual la envié” (Isaías 55:11). Éstas son algunas oraciones con promesas que puedes realizar a favor de tus hijos: (1) “Mi Espíritu derramaré sobre tu descendencia… Este dirá: Yo soy del Señor” (Isaías 44:3,5). (2) “Mi Espíritu que está sobre ti y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán jamás de tu boca ni de la boca de tus hijos ni de la boca de los hijos de tus hijos… desde ahora y para siempre” (Isaías 59:21). (3) “Reprime del llanto tu voz… porque salario hay para tu trabajo… Volverán de la Tierra del enemigo. Esperanza hay también para tu porvenir, dice el Señor…” (Jeremías 31:16,17). (4) “…la descendencia de los justos se librará” (Proverbios 11:21). (5) “Bienaventurado el hombre que teme al Señor y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será poderosa en la Tierra; la generación de los rectos será bendita. Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre” (Salmo 112:1-3).

viernes, 22 de noviembre de 2013

¡UN SACO DE PATATAS!

“A QUIENES PERDONÉIS LOS PECADOS, LES SERÁN PERDONADOS, Y A QUIENES SE LOS RETENGÁIS, LES SERÁN RETENIDOS” (Juan 20:23) Una profesora de una escuela bíblica que enseñaba acerca del alto precio que hay que pagar por no perdonar, pidió a cada uno de sus alumnos que trajera a clase un saco de patatas. Por cada persona a quien negaron el perdón tenían que escoger una patata y escribir en ella la fecha con el nombre de la persona. Durante un mes, y sin fallar, tenían que cargar con el saco de patatas a todas partes. ¡Qué horror! Después de llevar el saco de un sitio a otro por un tiempo, cada estudiante empezó a reconocer: (a) el peso tan grande que estaba llevando espiritualmente; (b) la cantidad de energía que requería el estar atento a su saco; (c) que tenía que tener cuidado de no dejarlo donde no debía. Finalmente, cuando las patatas empezaron a pudrirse y a apestar, se percató de que librarse de ellas era lo mejor que podía hacer. Escucha: “…si perdonáis a los hombres…, os perdonará también… vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis…, tampoco vuestro Padre os perdonará…” (Mateo 6:14,15). ¡Qué precio tan alto! Perdonar no es sólo un regalo que das a alguien; te lo das a ti mismo, porque cuando guardas amargura, la felicidad “atraca en otro puerto”. Escucha de nuevo: “A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados, y a quienes se los retengáis, les serán retenidos” (Juan 20:23). ¿Te gustaría que Dios te perdonara de la misma forma que tú perdonas a los demás? Si este pensamiento te incomoda, entonces “pon manos a la obra” y haz algo al respecto antes de que acabe este día.

jueves, 21 de noviembre de 2013

FUERA DE "LA BOMBA DE AGUA" Y DENTRO DEL "CAUDAL"

“SUBIRÁS A LA TIERRA QUE FLUYE LECHE Y MIEL…” (Éxodo 33:3) Mientras que estaba en Egipto, el pueblo de Dios tenía que bombear agua del Nilo para regar los cultivos y poder sobrevivir. ¡Vaya cuadro! Trabajando como esclavos con una bomba de pie sólo para continuar viviendo. Pero luego la situación cambió. Escucha: “…para que… entréis a poseer la Tierra… que fluye leche y miel…no es como la Tierra de Egipto… donde sembrabas tu semilla y regabas con tu pie…” (Deuteronomio 11:8,9,10). En tu camino espiritual hay un lugar donde puedes parar de “bombear” y entrar en “el caudal”; allí puedes dejar de sudar por todas tus preocupaciones porque la bondad de Dios fluye sencillamente en cada área de tu vida. Sin embargo, ¡esta promesa es sólo para los obedientes! Escucha: “Guardad, pues, todos los mandamientos que Yo os prescribo hoy, para que seáis fortalecidos y entréis a poseer la Tierra a la cual vais a pasar para tomarla…” (Deuteronomio 11:8). Es como tener el código de acceso y el número de cuenta correctos. Todo lo que tienes que hacer es sacar directamente del “cajero”, porque ahora estás caminando en armonía con Dios. Todos queremos vivir en “el caudal” de las bendiciones de Dios, pero sólo un puñado de israelitas logró entrar en la Tierra prometida. ¿Quiénes eran? (a) Aquellos que se atrevieron a seguir las instrucciones que Dios les había dado; (b) Aquellos que estaban dispuestos a enfrentarse a los gigantes que daban miedo; (c) Aquellos que rehusaron ser influenciados por las opiniones de otros; (d) Aquellos cuya fe decía: “…el Eterno… nos llevará a esta Tierra y nos la entregará…,no… temáis” (Números 14:8,9). ¡Y tú puedes ser uno de ellos!

miércoles, 20 de noviembre de 2013

BIENVENIDO DE REGRESO

Nehemías 9:7-21 … tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso… —Nehemías 9:17 Santi decidió seguir a Cristo a los diez años. Quince años después, su compromiso se había desvanecido. Había adoptado una filosofía de vivir solamente el momento y desarrollado malos hábitos. Al cabo de un tiempo, todo parecía caerse a pedazos: tuvo problemas en el trabajo y tres miembros de su familia murieron casi simultáneamente. Temores y dudas comenzaron a invadir a Santi, y nada parecía ayudar… hasta que un día, leyó el Salmo 121:2: «Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra». Estas palabras penetraron el temor y la confusión de su corazón. Recurrió a Dios en busca de ayuda, y el Señor lo recibió con agrado. La travesía espiritual de Santi me recuerda la antigua historia de Israel. Los israelitas tenían una relación singular con Dios: eran su pueblo escogido (Nehemías 9:1-15). No obstante, pasaron muchos años en rebeldía e ignorando la bondad del Señor, y alejándose para seguir sus propios caminos (vv. 16-21). Sin embargo, cuando se volvieron a Él y se arrepintieron, Dios se mostró perdonador, «clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia» (v. 17). Estas cualidades divinas nos animan a acercarnos al Señor… aun después de habernos alejado de Él. Cuando humildemente abandonamos nuestras conductas rebeldes y volvemos a consagrarnos a sus caminos, Dios muestra compasión y nos recibe con agrado de regreso a la comunión con Él. Los brazos acogedores de Dios están siempre abiertos.

martes, 19 de noviembre de 2013

EL CORAJE PARA ENFRENTARSE A LA REALIDAD ACTUAL

El coraje para enfrentarse a la realidad actual “…UNGE TUS OJOS CON COLIRIO PARA QUE VEAS” (Apocalipsis 3:18b) Al profesor Howard Henricks le pidieron una vez que evaluara por qué disminuía la membresía de una determinada iglesia. Después de asistir al culto durante varias semanas, él se reunió con el comité directivo e hizo esta recomendación: ” Para que la gente vea cómo se hacían los cultos en la década de los cincuenta (1950), levantad una cerca alrededor de la iglesia y cobrad para entrar”. En otras palabras: “¡Estáis totalmente atrasados!”. Puesto que nuestro ego está en juego, tendemos a dar un giro positivo a las cosas, ignorando mientras tanto toda la evidencia que muestra lo contrario. El peligro está en que, con el tiempo, perdemos la visión de lo que, de hecho, está pasando a nuestro alrededor. Los buenos líderes rehúsan hacer eso; indagan sin descanso para conocer el problema. Desarraigan la desinformación y rehúsan premiar a los que la difunden. Al hacerlo, crean un ambiente transparente acerca de lo que sucede y lo que no. Para asegurarte de que vives así, obedece estos siete “mandamientos”: (1) No aparentarás. (2) No harás “la vista gorda”. (3) No exagerarás. (4) No “dispararás” al portador de malas noticias. (5) No usarás “la cantidad de los que te rodean” para imponer tu criterio. (6) No ignorarás la crítica constructiva. (7) No te aislarás. Intentar progresar ignorando la realidad es como intentar andar sobre agua: No podrás hacerlo, y te hundirás en el empeño. Tienes que estar dispuesto a enfrentar la verdad, independientemente de lo muy dolorosa que pueda ser. Y si no te gusta lo que ves… ¡cámbialo!

lunes, 18 de noviembre de 2013

¿QUÉ ESTÁS DEPOSITANDO HOY EN TU CUENTA CELESTIAL?

“…AUNQUE ESTE NUESTRO HOMBRE EXTERIOR SE VA DESGASTANDO, EL INTERIOR NO OBSTANTE SE RENUEVA DE DÍA EN DÍA…” (2 Corintios 4:16) Si eres uno de esos santos de Dios con canas, escucha lo que dijo Pablo: “…aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día… no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Corintios 4:16,18). Una viuda de 90 años se estaba trasladando a una residencia de ancianos, porque estaba ciega. Subiendo en el ascensor, y cuando la enfermera le empezó a describir su habitación, la viejecita exclamó: “¡Me encanta!”. “¡Pero si no la ha visto todavía!”, dijo la enfermera. “No importa”, contestó la anciana, “la felicidad es algo que decides de antemano. El que me guste o no me guste no depende de cómo estén colocados los muebles. Lo que importa es cómo ordeno mi mente, y ya he decidido que me encanta. Cuando me despierto cada mañana, puedo elegir: o pensar en las partes de mi cuerpo que ya no funcionan, o dar gracias por las que todavía lo hacen. Cada día es un regalo, así que mientras mis ojos sigan abriéndose, me voy a centrar en las bendiciones de cada nuevo día y en los recuerdos estupendos que he almacenado”. ¡Qué actitud más maravillosa!, ¿verdad? La edad avanzada es como una cuenta bancaria; sólo puedes retirar lo que has depositado [más los intereses]. Si depositas muchas cosas buenas a tiempo, podrás sacarlas más tarde cuando las necesites. Una pregunta: ¿Qué es lo que estás depositando hoy en tu cuenta?

viernes, 15 de noviembre de 2013

CUIDADO CON EL BANDIDO

“EL LADRÓN… VIENE… PARA HURTAR… Y DESTRUIR; YO HE VENIDO PARA QUE TENGAN VIDA… EN ABUNDANCIA” (Juan 10:10) Durante la década de 1870, aterrorizó a los viajeros de las diligencias, sin ni siquiera pegar un tiro. Su arma tenía reputación. Su munición era la intimidación. Se llamaba Black Bart, un bandido encapuchado con un arma mortal. No era muy distinto de otro ladrón aun más mortífero. Aunque no lo hayas visto nunca, lo reconocerías al instante. En el hospital has sentido su frío aliento en el cuello. Él fue la causa de que tu mano te sudara durante tu última entrevista de trabajo o tu última biopsia. En el cementerio, te susurra al oído: “El próximo serás tú”. Ahora bien, ese bandido no quiere tus bienes. No, él quiere el “combustible” con el que vives: tu felicidad. Su nombre es: “Miedo”. Te manipula en situaciones misteriosas y te provoca con lo desconocido: miedo a morir, fallar, al mañana, a Dios – ¡y miedos que ni siquiera puedes identificar! No importa el tipo de miedo que el enemigo pone en tu camino, siempre tiene el mismo propósito: que eches a correr, que veas la posibilidad como vulnerabilidad y riesgo, y como resultado no consigas disfrutar de la vida que el Señor creó para ti. Pero la Biblia dice: “…no nos ha dado Dios [imagina quién entonces...] espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7). Tus miedos no son de Dios, así que ¡recházalos! A propósito, se descubrió que Black Bart era un farmacéutico de carácter suave al que ¡le aterrorizaban los caballos! Y ¿sabes por qué nunca disparó un tiro? Porque ¡su rifle nunca estuvo cargado!

jueves, 14 de noviembre de 2013

TIENES LA POTESTAD DE DIOS ¡ÚSALA!

“OS DOY POTESTAD… SOBRE… (D)EL ENEMIGO, Y NADA OS DAÑARA” (Lucas 10:19) Una noche, el fotógrafo neoyorquino Paul Keating vio a dos asaltantes robando a un universitario. Sin pensarlo dos veces, se lanzó sobre ellos, permitiendo así que la víctima pudiera huir y buscar ayuda. Momentos más tarde, se oyeron dos disparos y Keating yacía muerto en el suelo. Después, cuando la ciudad de Nueva York le otorgó la medalla póstuma al valor, el alcalde dijo: “Nadie le observaba esa noche, ni nadie le obligó a involucrarse en ese momento de necesidad. Él lo hizo porque ésa era la clase de persona que era”. En cualquier caso, ¿qué le hace a alguien ser valiente? ¿Piensas que es el deseo de poder, posesiones o popularidad? Si es así, ¡considera lo siguiente! : Si fuera por poder, Stalin no hubiera tenido miedo al acostarse por la noche, ¡ni sufrido tal paranoia que nombró un soldado para guardar sus bolsitas de té! Si fuera por posesiones, el temor no hubiera causado que el difunto millonario, Howard Hughes viviera como un ermitaño y muriera solo. Si fuera por popularidad, los biógrafos de John Lennon no le hubieran descrito como un hombre miedoso que dormía con las luces encendidas y vivía aterrorizado por los microbios. Los recursos terrenales dan sólo una seguridad pasajera. El valor verdadero viene de la confianza total y duradera en el Dios que nos dice (al pedirla): “Os doy potestad… sobre… (d)el enemigo, y nada os dañara” (Lucas 10:19). Deja de suplicarle al Señor por victoria sobre tus circunstancias, o protección, o paz interior; ¡Él ya te la ha dado! Simplemente, ¡empieza a caminar en ella!

miércoles, 13 de noviembre de 2013

DIARIOS DE TRAGEDIAS

Lamentaciones 3:19-33 … nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad… —Lamentaciones 3:22-23 Yves Congar tenía solo diez años cuando empezó la Segunda Guerra Mundial y la ciudad francesa donde vivía fue invadida por el ejército alemán. Su madre lo animó a llevar un diario, el cual se convirtió en una narración clara de una ocupación militar, con detalles coloridos. Registró una tragedia desde la perspectiva de un niño. Lo que había presenciado tuvo un impacto tan profundo en su vida que se sintió llamado a comunicarles a otros la esperanza que hay en Cristo. Siglos antes, el profeta Jeremías había sido testigo de la invasión de Jerusalén a manos de Nabucodonosor, y escribió sus observaciones en su «diario»: el libro de Lamentaciones. A pesar de los momentos desesperantes, el profeta encontró esperanza en el corazón de Dios: «Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad» (3:22-23). En diversas ocasiones, podemos experimentar o ser testigos de tragedias que parecen fuerzas hostiles que atacan nuestra vida. Pero esos momentos difíciles no duran para siempre. Como sucedió con Jeremías, nuestra mayor esperanza sustentadora es reflexionar en la fidelidad y la provisión de nuestro Padre celestial. ¡Las misericordias del Señor son nuevas cada mañana, y su fidelidad es grande! La mejor razón para la esperanza es la fidelidad de Dios.

martes, 12 de noviembre de 2013

UN MANDAMIENTO NUEVO EN LA BIBLIA

“UN MANDAMIENTO NUEVO OS DOY: QUE OS AMÉIS UNOS A OTROS COMO YO OS HE AMADO” (Juan 13:34) Considerando el entorno histórico, este “…mandamiento nuevo…” que Jesús dio es verdaderamente sorprendente: Primero, estaba la ley de la venganza. Antes de Moisés, la ley en la tierra era la ley de la jungla. Decía: “Si me haces daño, te haré daño ­ y no poco, ¡ya verás!”. Los enemigos buscaban rápidamente nuevas formas de saldar “viejas cuentas”, porque la venganza no sólo era aceptable, sino promovida. Después, vino la ley de la compensación. En los tiempos de Moisés la venganza fue sustituida por la compensación, lo que permitía “…ojo por ojo, diente por diente…” (Éxodo 21:24), pero nada más. Los causantes del daño debían pagarlo o restituirlo. En aquel entonces este fue un gran paso; Jesús fue incluso más lejos al introducir en el mandamiento el ejemplo de su amor. Cuando Él dijo: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como Yo os he amado…” (Juan 13:34), reafirmaba lo que dice la Ley: “No te vengarás amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19:18; Marcos 12:31). Este mandamiento demuestra el amor incondicional y de sacrificio hacia nosotros de parte de Dios, y luego ¡nos invita a vivir de la misma manera, amando hasta el fin! He aquí un caso de cómo una clase de estudiantes de instituto demostró la ley del amor: Cuando un compañero estaba perdiendo el cabello debido a un tratamiento de quimioterapia, todos le mostraron su amor y apoyo afeitándose la cabeza para que él no sintiera vergüenza al volver a clase. En un periódico local apareció una foto mostrando a todos con la cabeza calva, debajo del título: “Todo Lo Que Hacemos, Lo Hacemos Juntos”. Esa es la clase de amor del que Jesús estaba hablando cuando dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros” (Juan 13:35). “UN MANDAMIENTO NUEVO OS DOY: QUE OS AMÉIS UNOS A OTROS…” (Juan 13:34) Hace algunos años, el general Omar Bradley volaba en viaje de negocios en una aerolínea comercial, vestido de civil. Cuando se sentó en su asiento comenzó a revisar documentos. Coincidió que a su lado iba un joven soldado raso que no reconoció al general. Cuando el avión despegó, el joven se giró hacia el general y le dijo: “Ya que vamos a estar juntos por un rato, podríamos charlar para conocernos un poco. Supongo que usted es banquero”. Bradley no quería parecer grosero, pero debía terminar el trabajo, así que le contestó: “No, soy el general Omar Bradley, general de cinco estrellas del ejército de los Estados Unidos. Dirijo la Junta de Jefes de Estado del Pentágono en Washington, D.C.”. Sin sobresaltarse, el joven soldado contestó: “Vaya, señor, ese sí que es un trabajo importante de verdad. ¡Espero que no lo eche a perder!”. Tu trabajo es amar; ¡no lo eches a perder! El amor de Dios es la fuerza más poderosa del mundo, y depende de nosotros llevar esa antorcha de amor y mantenerla encendida. La Biblia dice: “Vestíos… de… entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Sobre todo, vestíos de amor… (Colosenses 3:12,14). Es muy bonito el poder citar de memoria algunos versículos, orar con bonitas palabras, estudiar teología e ir a la iglesia, pero solamente cuando la gente ve el amor que hay en ti, es cuando será impactada por tu vida. ¡No son las palabras la verdadera prueba de tu discipulado, sino el amor!

sábado, 9 de noviembre de 2013

PARA TU BIEN Y EL PROPÓSITO DEL SEÑOR

“…A LOS QUE AMAN A DIOS, TODAS LAS COSAS LOS AYUDAN A BIEN…” (Romanos 8:28) Algunas de las palabras de la Biblia más malentendidas son estas: “…a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien… a los que conforme a su propósito son llamados. A los que antes conoció, también los predestinó para que fueran hechos conformes a la imagen de su Hijo…” (Romanos 8:28,29). Fíjate bien, no dice: “Dios dispone todas las cosas para que salgan de la manera en que queremos”. Hay muchos finales infelices. ¡Solamente en el Cielo se hace todo a la manera de Dios! Observa las palabras: (1) “”…a los que aman a Dios…”. Todas las cosas no obran para bien, a menos que ames al Señor y camines en obediencia a Él. (2) ”…todas las cosas ayudan a bien…”. Al igual que se necesitan muchos ingredientes para hacer un pastel, incluyendo algunos que no tienen buen sabor, diferentes experiencias son necesarias para hacernos semejantes a Cristo. (3) ”…a bien…”. Mucho de lo que ocurre en nuestras vidas parece malo en el momento pero, a medida que confiamos en Él, Dios saca algo bueno de ello. (4) ”…a los que conforme a su propósito son llamados”. ¿Cuál es el propósito más sublime que el Señor tiene para ti? “…que fuera(n)[s] hecho(s) conforme(s) a la imagen de su Hijo…”. Somos como piedras preciosas talladas por el martillo de la experiencia. Si “el martillo de un joyero” no es lo bastante fuerte para desprender tus bordes ásperos, Dios usará “un mazo”. Y si eres obstinado, Él se servirá de “un martillo percutor”. ¡Él empleará todo lo que sea necesario! Por eso Santiago escribió: “…la prueba de vuestra fe produce paciencia” (Santiago 1:3).

viernes, 8 de noviembre de 2013

DOS VICTORIAS

2 Samuel 5:17-25 Entonces consultó David al Señor… —2 Samuel 5:19 El rey David se enfrentaba a un enemigo conocido. Años antes, había derrotado a Goliat, el principal guerrero filisteo, matándolo de un piedrazo (1 Samuel 17). Ahora era monarca de Israel, ¡y los filisteos aparecieron otra vez! Oyeron que él era el rey y decidieron atacar (2 Samuel 5:17). ¿Qué es lo primero que hacemos cuando aparece un problema? Podemos entrar en pánico, planificar… o hacer como hizo David: orar. «Entonces consultó David al Señor» (v. 19), y Dios lo guió. David tuvo que pelear dos batallas contra los filisteos: una en Baal-perazim y la otra en el valle de Refaim. Hizo bien en consultar a Dios porque, en estas dos batallas, se aplicaron estrategias diferentes. En la primera, el Señor triunfó exclusivamente con su poder: «Quebrantó el Señor a mis enemigos», registró David (v. 20). En la siguiente, Dios le dio a David un plan de acción, y cuando el rey lo implementó, los israelitas vencieron (vv. 23-25). Todos los días enfrentamos muchos desafíos. Aunque no hay una respuesta que se aplique a todo, nuestra primera acción siempre debe ser consultar a Dios. A medida que el Señor nos vaya guiando, podemos confiar en Él. Entonces, ya sea que la victoria llegue a través de su intervención milagrosa o mediante su guía, toda la gloria es para Dios. Para estar firme ante cualquier desafío, pasa tiempo de rodillas.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

SALTAR LA PARED

Romanos 12:14-21 Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, y si tuviere sed, dale de beber agua. —Proverbios 25:21 El sargento Richard Kirkland fue un soldado confederado durante la Guerra Civil en los Estados Unidos (1861-1865). Cuando el fracaso del ejército de la Unión durante la Batalla de Fredericksburg dejó abandonados a los soldados en tierra de nadie, Kirkland consiguió permiso para socorrerlos. Con varias cantimploras, saltó la pared de piedra y se inclinó para ayudar al primer soldado. Corriendo gran riesgo, el «Ángel de Marye’s Heights» extendió la misericordia de Cristo a soldados enemigos. Si bien pocos nos enfrentaremos a enemigos en un campo de batalla, sí hallaremos personas sufrientes por todas partes, que luchan contra la soledad, la pérdida, los problemas de salud y el pecado. Sus clamores, silenciados por nuestras numerosas distracciones, ruegan pidiendo misericordia y consuelo, esperanza y auxilio. El ejemplo de Kirkland al demostrar la compasión de Cristo puso en práctica el mandato de amar a los enemigos (Mateo 5:44). Pablo amplió este tema al citar Proverbios 25:21: «Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber» (Romanos 12:20). «No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal», fue su instrucción (v. 21). El desafío de Pablo nos insta a imitar al sargento Kirkland. Hoy es el día de «saltar la pared» de la seguridad para brindar el consuelo de Dios a los necesitados. «Podemos ser amables aunque alguien no nos agrade». —Samuel Johnson

POR BUENA CONDUCTA

2 Corintios 5:1-11 Por tanto procuramos […] serle agradables [a Dios]. —2 Corintios 5:9 En el ministerio para niños en mi iglesia, damos tarjetas a aquellos que notamos que se portan bien. Los pequeños las juntan y reciben premios por las buenas decisiones que han tomado. De este modo, tratamos de reafirmar la buena conducta en lugar de concentrarnos en el mal comportamiento. Cuando un líder le entregó una tarjeta a Timoteo, de once años de edad, él respondió: «No, gracias. No la necesito. Quiero portarme bien, y no necesito una recompensa por hacerlo». Para él, hacer lo correcto era la recompensa. Sin duda, ese muchachito tiene bien incorporados los buenos valores y desea ponerlos en práctica… haya premio o no. Como creyentes en Cristo, nosotros un día también recibiremos recompensas. En 2 Corintios 5:10, Pablo expresa que cada uno recibirá «según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo». Pero el recibir una recompensa no debe ser nuestra motivación para vivir correctamente. Tampoco debe serlo ganar la salvación. El deseo y la motivación de nuestro corazón tienen que ser el amor de Dios y el procurar agradarle. Cuando amamos a Dios, hacemos que nuestro objetivo sea complacer a Aquel que nos amó primero (1 Juan 4:19) y servirlo con motivaciones puras (Proverbios 16:2; 1 Corintios 4:5). ¡La mejor recompensa será estar con Él! Nuestro deseo de agradar a Dios es lo que más nos motiva a obedecerlo.

viernes, 1 de noviembre de 2013

EL ÚLTIMO CAPÍTULO

Apocalipsis 22:6-20 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. —Filipenses 4:5 Tengo una amiga que lee primero el último capítulo cuando comienza una nueva novela de suspenso. «Quita la ansiedad de la lectura», afirma. Lo mismo pasa con los creyentes: como sabemos el final de la historia, podemos ser centros de paz en medio del tremendo caos; de calma frente a la tragedia. En Filipenses 4:5, Pablo denomina esta actitud «gentileza», o moderación. Es un término que implica «paz bajo presión». Alude a la fortaleza deliberada y tranquila con que enfrentamos las circunstancias inquietantes de cada día. Los reinos pueden caer; los amigos, fallar; las iglesias, desaparecer; los océanos, crecer; y las montañas, derrumbarse; pero nosotros seguir en paz. ¿Cómo mantenemos semejante compostura? Recordando que «el Señor está cerca» (Filipenses 4:5). Está de pie al otro lado de la puerta, y listo para aparecer y recomponer todo lo que anda mal. Entonces, este mundo y todos sus problemas se convertirán en el reino de nuestro Señor, y «la tierra será llena del conocimiento de la gloria del Señor, como las aguas cubren el mar» (Habacuc 2:14). Jesús declaró: «Ciertamente vengo en breve» (Apocalipsis 22:20). ¡Podría ser hoy! Es lo último que dijo en el mismísimo capítulo final de su Libro. La doctrina más vinculada a la vida diaria es la del retorno de Cristo.

jueves, 31 de octubre de 2013

¡VIVIENDO CON EXPECTACIÓN EN LAS PROMESAS DE DIOS!

“MANTENGAMOS FIRME… LA… ESPERANZA, PORQUE FIEL ES EL QUE PROMETIÓ” (Hebreos 10:23) Mira a tu alrededor: ¡hay tantas personas que conoces viviendo sin esperanza! Sonríen, pero sus ojos están apagados; hablan, pero “la música” no acompaña sus voces. Son como maniquís arregladas de pies a cabeza, y no van a ninguna parte; se sienten sin esperanza. Nuestra esperanza no es tener suerte, como si se tratara de ganar la lotería. No, es más bien expectación; ¡es confianza en que Dios hará lo que ha prometido! Escucha: “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” (Hebreos 10:23). ¿Qué es lo que nos mantiene “a flote”? “¡Las promesas del Señor! Nadie supo esto mejor que David; él tuvo muchas razones para perder la esperanza. Después de que Dios le ungiera como rey, esperó siete años más, durante los cuales un líder paranoico ocupaba el trono. Tuvo que huir para salvar su vida y ocultarse en cuevas, rodeado por enemigos. Tuvo que ver a Israel devastado por la guerra, a sus amigos asesinados y a su familia cautiva. Escucha: “…mis enemigos me afrentan diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?” (Salmo 42:10). Enfrentado a circunstancias que acabarían con la mayoría de nosotros, David todavía decía: “…Tú… eres mi esperanza…(Salmos 71:5); “… esperé en tu Palabra” (Salmo 119:147). ¡Es imposible que pierdas con una actitud como esa! David se convirtió en el rey más importante de Israel porque nunca perdió su confianza en el Señor; eso le mantuvo concentrado, y por encima de las circunstancias; ¡le hizo seguir adelante! Así que, “Mantengamos firme… la… esperanza…” (Hebreos 10:23). ¿Que por qué? ¡Pues, porque Dios mantendrá cada promesa que te ha hecho Aleluya!

martes, 29 de octubre de 2013

3 TROPIEZOS SEGÚN LA BIBLIA PARA EVITAR Y LLEGAR A LA META

“…QUITAD LOS TROPIEZOS DEL CAMINO…” (Isaías 57.14) 3 Tropiezos según la Biblia para evitar y llegar a la meta Aquí tienes tres piedras de tropiezo a los que tienes que evitar si quieres llegar a la meta. Tropezar en ellas te podría costar la carrera (ver Hebreos 12:1). (1) Una ofensa no perdonada Jesús dijo: “…si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre… os perdonará vuestras ofensas” (Marcos 11:26). Perdonar a otros no es una opción, ¡es una orden! Cuando el hecho de mencionar a una determinada persona te produce resentimiento, ora por ella inmediatamente. Di: “Padre, la perdono así como Tú me perdonaste a mí. Cualquier bendición que yo pida para mí, Te pido el doble para esta persona”. ¡Adelante; hazlo! Cuando tomas represalias, le niegas al Señor el derecho de mostrar misericordia y hacerse cargo de la situación a su manera. ¡Deja de actuar como si fueses Dios! Como tú has recibido misericordia, ¡pásasela a otros! (2) Una amistad insensata Pablo dijo: “Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33). Quien no te enriquece, finalmente te empobrece. Tú escogiste el nivel de mentalidad con el que quieres vivir. Si das tu tiempo a aquellos que no lo merecen, luego no te quejes. ¡Empieza a ser más selectivo! Escoge a tus amigos entre aquellos que comparten tus valores y entienden el propósito que Dios te ha otorgado. (3) Un corazón neutral Pablo dijo: “…no pretendo haberlo ya alcanzado; pero… prosigo a la meta…” (Filipenses 3:13,14). Un corazón comprometido es un corazón decidido; ¡es el resultado de una mente decidida! Eso explica qué es lo que aparta a ciertas personas de la muchedumbre. ¡Involúcrate hoy en algo importante! ¡Comprométete con algo en lo que realmente creas! Haz un compromiso con Dios ahora mismo – ¡y empieza a moverte!

domingo, 27 de octubre de 2013

UN SALUDO ESPECIAL A TODOS LOS GUERREROS DE JESUCRISTO

BUENOS DÍAS VALIENTES GUERREROS Y GUERRERAS DEL SEÑOR JESUCRISTO, HOY COMO TODOS LOS DÍAS HAY QUE ENTREGARLE A LOS PIES DEL SEÑOR DE SEÑORES Y REY DE REYES TODO LO CONSEGUIDO EN ESTA SEMANA, ALMAS, OBJETIVOS, CONQUISTAS, LOGROS PARA EL REINO DE LOS CIELOS QUE HEMOS CONSEGUIDO LÓGICAMENTE CON SUS DONES, TALENTOS, FUERZA Y FUNDAMENTALMENTE CON SU GUÍA Y EN SU TIEMPO Y ASIMISMO NO VAMOS A DEJAR DE SER LOS SIERVOS INÚTILES QUE HACEN ÚNICAMENTE LO QUE LE IMPULSA A HACER SU SEÑOR, Y EL LES DERRAMARÁ UNA UNCIÓN FRESCA Y NUEVA, RENOVANDO, RESTAURANDO Y FORTALECIÉNDONOS PARA PRÓXIMAS BATALLAS HASTA QUE EL VENGA CON GRAN PODER Y GLORIA GRANDE LA CUAL NO SE HA VISTO NI SE VERA JAMAS, PORQUE FIEL ES QUIEN LO PROMETIÓ. BENDITO SEA EL DIOS Y PADRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMEN.

viernes, 25 de octubre de 2013

¡EL PAPEL ES SOLO TUYO!

“…YO TE HE CONOCIDO POR TU NOMBRE Y HAS HALLADO… GRACIA A MIS OJOS” (Éxodo 33:12) Después de que los actores hacen una prueba, el director realiza lo que se llaman “retro-llamadas”. Es en ese momento cuando a un actor se le dará el papel o cuando escojan a otro. Sólo cuando el director te lo ofrece sin necesidad de una prueba sabes que no vas a perder el papel. Pues bien, Dios no necesita que hagamos pruebas ni que realicemos “retro-llamadas”. Esto es porque ya ha designado un papel específico para ti. Nadie más podría desempeñarlo o reunir los requisitos. Tú eres un “diseño único”, ¡un experto en ser tú mismo! Incluso si otras personas te estudiaran con detalle (para actuar como tú), no llegarían a poder serlo. Cuando Dios dice: “Yo te he conocido por tu nombre y has hallado… gracia a Mis ojos” (Éxodo 33:12b), Él está diciendo que ya te ha escogido para que juegues un papel concreto. Así que ten cuidado de responder a cualquier otro papel que no sea el que viene de Él, ya que ¡las buenas ideas no son necesariamente las ideas de Dios para ti! Como Dios te diseñó con todas las aptitudes específicas que necesitarás para cumplir tu misión, no es necesario que comprometas tus convicciones, manipules situaciones, defraudes a otros o hagas favoritismos. El papel es tuyo porque ¡naciste para realizarlo! Eso significa también que nunca tendrás necesidad de sentirte celoso de o intimidado por ninguna otra persona, sin importar su talento, popularidad o éxito. En los ojos de Dios no hay más aspirantes, ¡sólo estás tú! Eres el único que puede “llenar el hueco”, porque Él lo ha creado contigo en mente; ¿hay algo que pueda darte un sentido de seguridad tan agradable come éste?

lunes, 21 de octubre de 2013

CRISTIANO, IDENTIFICA TUS OPORTUNIDADES

“EL SEÑOR ME LIBRARÁ DE LAS MANOS DE ESTE FILISTEO” (1 Samuel 17:37) David no apareció aquel día con la intención de convertirse en un héroe; sólo estaba entregando comida a sus hermanos. Pero cuando vio a Goliat, aprovechó una oportunidad de la que otros guerreros sólo habían soñado. Las oportunidades de hoy te pillarán de sorpresa; si no estás alerta y preparado, las perderás. Lo que otros vieron en David, en realidad había sido siempre parte de él. Si verdaderamente eres un líder, ya tienes el talento para liderar. Pero tu valor es lo que te establecerá como líder ante los demás. Los líderes que más respetamos caminan hacia las páginas de la historia por medio de muestras oportunas de valor, valor en el campo de batalla o en la sala de juntas, valor para defender a los indefensos o simplemente para intentar lo que nadie más pensó que era posible. “Pero no tengo el dinero”, dices. No te preocupes; el dinero viene después del coraje. El “Qué” va siempre delante del “Cómo”. No tengas miedo de los números, pues Dios no es conmovido por las gráficas y las condiciones del mercado. ¡Él responde a la fe! No dejes que el “Cómo” te intimide. La razón es porque el “Cómo” es tan inspirador que te proporciona una oportunidad genial. Si el camino hacia el éxito estuviera bien “iluminado”, ya estaría lleno de gente. Si el “Cómo” no fuera un problema, otra persona ya lo hubiera pensado. Todo progreso empieza con una pregunta: “¿Qué hay que hacer?”. Y alguien tiene que hacer esa pregunta – ¿por qué no tú? El futuro pertenece a los que tienen el valor de hacer esa pregunta y la fe para esperar hasta que descubren o crean la respuesta.

domingo, 20 de octubre de 2013

AMOR SIN BARRERAS

Mateo 23:37-39 ¡Jerusalén […]! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! —Mateo 23:37 Hace poco, oí el piar angustiado de un pájaro, que provenía desde el costado de la casa de mi vecino. Descubrí que había un nido lleno de pichones dentro de un conducto de ventilación cubierto por una rejilla, la cual ponía una barrera entre la madre y los polluelos hambrientos que ella trataba de alimentar. Les avisé a mis vecinos, entonces, quitaron la rejilla y trasladaron el nido y los pichones a un lugar seguro para cuidarlos. Pocas cosas son tan desgarradoras como una barrera al amor. Cristo, el largamente esperado Mesías de Israel, experimentó un obstáculo a su amor cuando su pueblo escogido lo rechazó. Utilizó la imagen de una gallina y de sus polluelos para describir la falta de disposición de los israelitas para recibir ese amor: «¡Jerusalén, Jerusalén […]! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!» (Mateo 23:37). Nuestro pecado es una barrera que nos separa de Dios (Isaías 59:2). Pero «de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna» (Juan 3:16). Jesús se encargó de derribar la barrera para recibir el amor de Dios expresado mediante su muerte como sacrificio en la cruz y su resurrección (Romanos 5:8-17; 8:11). Ahora anhela que experimentemos ese amor y aceptemos este regalo. Mediante su cruz, Jesús rescata y redime.

jueves, 17 de octubre de 2013

¿CÓMO ADMINISTRAR EL TIEMPO DE UNA MANERA SABIA?

“ANDAD SABIAMENTE… APROVECHANDO BIEN EL TIEMPO” (Colosenses 4:5) ¿Como Administrar el tiempo de una manera sabia? Un día, Charles Schwab ofreció pagarle a Ivy Lee -un consultor de administración de empresas- una buena suma de dinero si le enseñaba a aprovechar mejor cada día. Lee le dio la siguiente fórmula: “Siéntese cada noche y haga una lista de las seis tareas más importantes para el día siguiente, por orden de prioridad. Entonces, utilice ese día haciendo las tareas de la lista hasta que acabe. Al final del día, destruya la lista y haga una nueva para el próximo día. No se preocupe si sólo termina una o dos tareas. ¡Sólo haga lo más importante primero! Si este método no funciona, nada lo hará, porque sin un sistema así usted nunca sabrá lo que es importante. Pruébelo, y después págueme lo que considere que valga”. Un mes después, el señor Schwab le envió un cheque de 25.000 dólares diciendo que ¡éste era el mejor consejo que jamás había recibido! ¡Este sistema funcionará para ti también! La expresión “administración del tiempo” es engañosa, porque en realidad no puedes retrasar, acelerar, guardar o administrar el tiempo. Sólo puedes gestionarte a ti mismo, estableciendo las prioridades apropiadas. Por eso la Biblia dice: “Andad sabiamente… aprovechando bien el tiempo” (Colosenses 4:5). C.S. Lewis dijo: “Haz lo más importante primero y lo que no lo es, se añadirá. Pero pon lo que no es importante en primer lugar y perderás ambas cosas”. Pídele a Dios hoy que te muestre sus prioridades para tu vida, entonces organiza tus metas personales y tu programa en consecuencia. ¡Vamos, pruébalo! ¡No hay otra sensación tan buena como la de saber que estás en la voluntad de Dios, haciendo lo apropiado en el momento adecuado!

SEMILLAS Y TERRENOS

Mateo 13:1-9 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo… —2 Pedro 3:18 Si te gusta cultivar calabazas, probablemente hayas oído acerca de la variedad de semillas de máxima calidad de Dill’s Atlantic Giant. Cultivadas en una granja familiar en la región atlántica de Canadá, las calabazas que producen estas semillas han establecido récords en todo el mundo. En 2011, una de ellas marcó un nuevo récord mundial al pesar 825 kilogramos (1.818,5 onzas). ¡Casi 1.000 tartas podrían hacerse con semejante tamaño de calabaza! Cuando los reporteros preguntaron cómo pudo alcanzar tal tamaño, el granjero dijo que se debía al terreno. Las semillas eran de una variedad especialmente grande, pero aun así, el suelo debía ser el correcto; de lo contrario, la calabaza no crecería bien. El Señor Jesús utilizó una ilustración en la que comparó los diferentes tipos de terreno con la respuesta de una persona ante la Palabra de Dios (Mateo 13). Algunas semillas fueron comidas por las aves, otras comenzaron a crecer, pero las hierbas malas las ahogaron. Incluso hubo otras que brotaron de inmediato, pero carecían de tierra para seguir creciendo. No obstante, la semilla que cayó en tierra buena «dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno» (v. 8). Cada uno debe preguntarse: «¿Qué clase de terreno soy?». El Señor desea plantar su Palabra en nuestro corazón para que crezcamos en el conocimiento de su Persona. El fruto del Espíritu crece en el terreno de la obediencia.

martes, 15 de octubre de 2013

¿CÓMO PUEDO IR AL CIELO?

“¿QUÉ DEBEMOS HACER…? …QUE CREÁIS EN AQUEL QUE ÉL HA ENVIADO” (Juan 6:28,29) ¿Has oído de aquel anciano que voló por primera vez? Al salir del avión, alguien le preguntó qué le parecía. “Muy bien”, respondió, “pero en ningún momento puse todo mi peso en él”. Nosotros hacemos lo mismo cuando rehusamos a poner todo nuestro peso en la obra consumada del Calvario (Ver Juan 19:30). Satanás es astuto. En vez de alejarte de la gracia de Dios, te hace dudarla o que intentes ganarla. Cuando los discípulos le preguntaron a Jesús: “¿Qué quiere Dios que hagamos”, no dijo que trabajaran más, que oraran durante más tiempo, que dieran más. No, dijo: “…cree[d] al que Me envió…” (Juan 5:24). Cuando el carcelero de Filipos preguntó: “…¿qué debo hacer para ser salvo?”, Pablo y Silas contestaron: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa” (Hechos 16: 30,31). La salvación consiste en creer, ¡no en obrar! ¿Significa eso que Dios no requiere buenas obras? No, Él pide ambas cosas. El problema está en que no tenemos ninguna de las dos para dar la talla. Escucha: “…que fuéramos santos y sin mancha…” (Efesios 1:4). ¿”Sin mancha”? ¡Caramba! La única manera que puedas lograrlo es si Dios ingresa algo de su rectitud en tu cuenta. ¡Y lo hace! Charles Wesley escribió: “Sólo vestido de su rectitud, para poder estar impecable delante de tu Trono. En Cristo, la Roca sólida, permanezco en pie; cualquier otro fundamento es arena movediza”. Entonces, ¿cómo puedo ir al Cielo?, te preguntarás. Abandona tus propios esfuerzos y confía sólo en Cristo. De ese modo puedes estar ante Dios con Su rectitud, ¡y no con la tuya!

domingo, 13 de octubre de 2013

LA AMARGURA EN LA BIBLIA

“MIRAD BIEN., PARA QUE NO BROTE NINGUNA RAÍZ DE AMARGURA QUE OS PERTURBE…” (Hebreos 12:15) ¿Te han dañado, maltratado, mentido o han tergiversado tus palabras alguna vez? A todos nos ha ocurrido alguna vez. Pero Dios no quiere que esto nos domine; Él quiere que lo dejemos pasar y que sigamos adelante. Cuando reprimes tus sentimientos y los dejas “hervir bajo la superficie”, le dejas al enemigo una puerta abierta. Pero si tratas con ello antes de que se convierta en un baluarte, las experiencias dolorosas que has vivido te pueden enriquecer – en vez de amargar. Si estás luchando con algo hoy, sigue estos tres pasos que cambiarán tu vida: (1) ¡Perdona! El perdón no está basado en un sentimiento, sino en una decisión. Si estás esperando el momento en el que te apetezca perdonar, ¡olvídalo! Debes dejar marchar la ofensa. Cuando lo hagas, Dios sanará tus emociones y te ayudará a resistir el deseo de venganza. Jesús dijo: “Así que… lo que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos…” (Mateo 7:12). (2) ¡Llévalo al Señor! En el mismo instante que te sientes resentido, vuélvete a Dios y Él te dará la fuerza para actuar con amor, en vez de reaccionar con ira. Al comprometerte a vivir de esta manera, Dios promete hacerte: “.descansar en los días de aflicción” (Salmo 94:13). (3) ¡Reprográmate! Busca en la Biblia todos los versículos que puedas sobre el amor y el perdón. Medita en ellos diariamente. Recuerda, cada vez que eliges hacer lo adecuado, un poco más de “tu viejo yo” muere, y se desarrolla “tu nuevo yo”. Así es como Dios te prepara para mayores bendiciones. Por eso, decide hoy que, aunque hayas sido dañado, ¡no te amargarás!

sábado, 12 de octubre de 2013

DIOS TE MOSTRARA LA SALIDA

“. ÉL LES MOSTRARÁ UNA SALIDA.” (1 Corintios 10:13) Leemos en la Biblia: “. Cuando sean tentados, Él les mostrará una salida.” (1 Corintios 10:13). A lo mejor te encuentras en una situación difícil (un problema serio con alguien cercano o dificultades financieras). Tal vez te hundas y quieras morirte, pero si no lo haces y decides levantarte y luchar, de tu interior surge algo bueno que se sobrepone a lo que está pasando en el exterior. Jesús estaba en medio de la adversidad cuando les dijo sus seguidores que si tenían fe, le podrían ordenar a una montaña que se moviera el mar y así sucedería. Ahora bien, cuando te centras en la montaña serás presa del miedo. Pero cuando pones tu mirada en Dios, vivirás por fe. Si no hubieras tenido esa montaña, nunca habrías sabido si tenías fe, ni comprobado la profundidad de ésta. La adversidad es una de las cosas que cambia nuestros valores y prioridades, y los mejora. Cuando estás en el ritmo frenético del dinero, la seguridad y el éxito y te llega una desgracia, empiezas a ver la futilidad de correr tras las cosas temporales. Y si eres sabio, te propondrás no volver a las andadas cuando las cosas se normalicen. La clave para lograrlo es ponerte en acción antes de que la vida vuelva a dictar su ritmo. La oportunidad de hacer ciertos cambios es corta; si no la aprovechas, volverás a tus viejos patrones. Mientras el recuerdo de la aflicción pasada esté fresco todavía en tu mente, órale a Dios y pregúntale qué cambios quiere que hagas en tus actitudes, tus relaciones con otros, tus costumbres y tu estilo de vida, y Él “te mostrará una salida”.

martes, 8 de octubre de 2013

CRISTIANO DA LO QUE TIENES

“…EL QUE SACIE A OTROS, TAMBIÉN ÉL SERÁ SACIADO” (Proverbios 11:25) Cierta noche, durante la década de los sesenta, una mujer afroamericana estaba al lado de una autopista de Alabama en medio de un terrible aguacero. Su coche se había averiado y necesitaba desesperadamente que alguien la llevara, así que hizo señales a un coche. Al hacerlo, algo bastante insólito ocurrió en plena época de discriminación racial. Un joven de raza blanca paró, la llevó a un sitio seguro, la ayudó a conseguir ayuda y la puso en un taxi. Aunque la mujer estaba muy apresurada, anotó la dirección del joven cuando ella le dio las gracias. Una semana más tarde, y para sorpresa del hombre, llegó a su casa una televisión en color con una nota que decía: “Gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia había empapado no sólo mi ropa sino también mi ánimo. Gracias a usted, conseguí llegar a tiempo al lecho de muerte de mi esposo antes de que éste falleciera. Que Dios le bendiga por servir a otros desinteresadamente. Firmado: La Sra. de Nat King Cole”. Cada día te llegarán oportunidades para servir a otros, o pasarán justo por tu lado. ¡Aprende a verlas y a aprovecharlas! Dios dice: “El alma generosa será prosperada: el que sacie a otros, también él será saciado” (Proverbios 11:25). Y aunque no deberías hacerlo con el fin de conseguir algo a cambio, la Biblia dice: “El Señor enviará su bendición… sobre todo aquello en que pongas tu mano… si sigues sus caminos…” (Deuteronomio 28:8,9), y también: “…será aceptado según lo que uno tiene, no según lo que no tiene” (2 Corintios 8:12). Por lo tanto, si quieres experimentar las bendiciones de Dios en mayor medida hoy, sal y “da lo que tienes”.

lunes, 7 de octubre de 2013

MUCHÍSIMO MAS

Efesios 3:14-21 … mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. —1 Juan 4:4 «No va a pasar nunca, tía Julie, quítate esa idea de la mente». «Sé que es poco probable —respondí—, pero no imposible». Durante varios años, mi sobrina y yo mantuvimos conversaciones similares sobre una situación familiar. En ocasiones, yo completaba la frase de este modo: «Sé que puede pasar, porque siempre escucho historias sobre cómo Dios realiza lo imposible». La parte de la frase que únicamente me decía a mí misma era: Pero eso sucede solo en otras familias. Últimamente, el pastor de mi iglesia ha estado predicando de Efesios. Al final de cada reunión, recitamos esta doxología: «Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén» (Efesios 3:20-21). Este año, Dios decidió hacer «muchísimo más» en mi familia. Reemplazó la indiferencia con el amor. ¿Cómo lo hizo? No lo sé. Pero lo presencié. ¿Por qué debería sorprenderme? Si Satanás puede convertir el amor en indiferencia, Dios indudablemente puede obrar a la inversa: tornar la indiferencia en amor. El poder de Dios para restaurar es mayor que el de Satanás para destruir.

viernes, 4 de octubre de 2013

TOMA EL EJEMPLO DE MARÍA, LA MADRE DE JESUS

“…LA MADRE DE JESÚS LE DIJO: NO TIENEN VINO” (Juan 2:3) En tiempos bíblicos, ofrecer vino a los invitados de una boda era una señal de respeto, así que quedarse sin vino hubiera sido socialmente desastroso. Pero nota como María manejó la situación; en lugar de tratar de echar culpas, decidió que era mejor resolver el problema. John Dewey dijo: “Un problema bien planteado es un problema medio resuelto”, así que antes de actuar, María habló con Jesús. ¡Una decisión perspicaz! Jesús dijo a los criados que llenaran las tinajas con agua y que dieran un poco al encargado del banquete. Cuando éste lo probó, la Biblia dice que “…probó el agua hecha vino…” (Juan 2:9). Pero date cuenta que eso ocurrió después de obedecer a Jesús, no antes. En una reunión particularmente tensa de líderes de iglesia, cuando uno de los miembros de la junta sugirió que se orara por los problemas, otro respondió: “¿Tan grave es?”. Básicamente, hay dos razones por las que hacemos de la oración nuestro último recurso en vez del primero: (1) Nos gusta pensar que somos lo bastante maduros para resolver nuestros propios problemas; (2) Nos sentimos insignificantes y pensamos: Es lógico que María le pidiera a Jesús; es su madre, pero Él tiene problemas más grandes que el mío para resolver. No, ¡a Jesús le importan tus problemas! Él se agrada en ti (Ver Salmo 18:19). Se goza contigo como el gozo del esposo con la esposa (Ver Isaías 62:5). Nunca eres demasiado grande ni demasiado pequeño para pedir ayuda a tu Padre. Simplemente, toma el ejemplo de María: (a) Identifica el problema; (b) Llévalo a Jesús; (c) Haz lo que Él te diga – ¡y te encantarán los resultados!

jueves, 3 de octubre de 2013

BEBER MUCHA AGUA

Juan 4:7-14 … el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. —Juan 4:14 Las personas que visitan Colorado, en Estados Unidos, suelen deshidratarse sin darse cuenta. El clima seco y el sol intenso, especialmente en las montañas, pueden disminuir de inmediato los fluidos corporales. Por eso, muchos mapas de turismo y carteles instan a beber mucha agua. En la Biblia, el agua se utiliza con frecuencia como símbolo de Jesús, el agua viva que satisface nuestras necesidades más profundas. Por lo tanto, es sumamente apropiado que una de las conversaciones más memorables del Señor tuviera lugar junto a un pozo de agua (Juan 4:1-42). Comienza con Jesús pidiéndole de beber a una mujer samaritana (v. 7), y rápidamente surge una charla sobre otro tema, cuando Él le dijo: «Cualquiera que bebiere de esta agua [física], volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna» (vv. 13-14). Como resultado de esta conversación, la mujer y muchas personas de la aldea donde ella vivía creyeron que Jesús era «el Salvador del mundo, el Cristo» (v. 42). No podemos vivir sin agua. Y tampoco podemos vivir de verdad ahora ni en la eternidad sin el agua viva que recibimos al aceptar a Jesucristo como nuestro Salvador. Hoy mismo podemos beber de su agua vivificadora. Solamente Jesús, el agua viva, puede satisfacer la sed del alma.

martes, 1 de octubre de 2013

PAUTAS PARA LOS PADRASTROS

“EN LA INTEGRIDAD DE MI CORAZÓN ANDARÉ EN MEDIO DE MI CASA” (Salmo 101:2b) Si eres un padrastro o una madrastra, aquí tienes algunas cosas que necesitas considerar: (1) Cada hijo es único Los hijos pequeños aceptan a los padrastros más fácilmente que los adolescentes. No des por hecho que tu autoridad tendrá el mismo peso con los hijos más mayores. Tal vez tengas que acercarte a ellos más bien como amigo, mientras que los niños pequeños necesitan cuidado y seguridad. (2) Crea nuevos sistemas familiares Cada familia tiene su propio sistema: “En nuestra casa, siempre…” es lo que hace que los miembros de la familia sientan que pertenecen a un grupo íntimo. Cosas tales como ir a la iglesia juntos, compartir los devocionales diarios, jugar, o simplemente reírse juntos ayudan a cimentar ese sentimiento importante de unión y de pertenencia. (3) No niegues a los hijos pensar en su padre/madre biológico/a Recuerda: “Bienaventurados los pacificadores…” (Mateo 5:9), así que no hables mal de él/ella delante de los niños. (4) Actúa siempre pensando en lo mejor para los hijos Habrá situaciones en las que tendrás que hablar del pasado, así que acostúmbrate, ¡por el bien de los hijos! Necesitan tu amor y comprensión, sobre todo cuando los sentimientos están a flor de piel y todos se están adaptando. Respeta lo que ha sido antes y no intentes imponer tu interpretación idealizada. Ya sea que llegues a ello de forma biológica o mediante el matrimonio, la paternidad requiere madurez – ¡y mucha!

lunes, 30 de septiembre de 2013

FUEGO Y LLUVIA

Isaías 16:1-5 Y se dispondrá el trono en misericordia; y sobre él se sentará firmemente […] quien juzgue y busque el juicio, y apresure la justicia. —Isaías 16:5 Un incendio voraz se desató en los hermosos cañones cerca de Colorado Springs, en Estados Unidos, y destruyó el hábitat de varias especies de la flora y fauna silvestres, y cientos de casas. Toda la nación clamó a Dios pidiéndole que enviara lluvia para apagar las llamas, terminar con la destrucción y dar un respiro a los bomberos. Las oraciones de algunas personas incluían algunas condiciones interesantes: que Dios fuera misericordioso y mandara lluvia, pero sin relámpagos, porque temían que estos desencadenaran más incendios. Esto me recuerda cómo vivimos tensionados entre cosas que nos salvan y otras que nos matan. El fuego cocina nuestros alimentos y nos mantiene abrigados, pero también puede consumirnos. El agua nos hidrata el cuerpo y enfría nuestro planeta, pero asimismo puede ahogarnos. Ambos extremos referentes a estos elementos amenazan nuestra vida. Este mismo principio obra en la esfera espiritual. Para desarrollarse, las civilizaciones necesitan las cualidades aparentemente opuestas de la misericordia y la justicia (Zacarías 7:9). Jesús reprendió a los fariseos por ser legalistas, pero también por descuidar «los preceptos de más peso de la ley» (Mateo 23:23 lbla). Podemos inclinarnos hacia la justicia o hacia la misericordia, pero Jesús las mantiene en un equilibro perfecto (Isaías 16:5; 42:1-4). Su muerte satisface la necesidad de Dios de justicia y nuestra necesidad de misericordia. La justicia y la misericordia de Dios confluyeron en la cruz.

sábado, 28 de septiembre de 2013

12 REGLAS PARA TENER UNA MEJOR IMAGEN DE TI MISMO

“…CREADOS… PARA BUENAS OBRAS, LAS CUALES DIOS PREPARÓ DE ANTEMANO PARA QUE ANDUVIÉRAMOS EN ELLAS” (Efesios 2:10) ¿Quieres desarrollar una mejor imagen de ti mismo? Si es así, aquí tienes doce reglas que debes seguir: (1) Rechaza tu pecado, pero nunca a ti mismo (2) Date prisa en arrepentirte. Los pecados no confesados son como un lastre que no te deja salir a la superficie (3) Sé honesto con Dios y contigo mismo acerca de ti mismo (4) Cuando Dios habla a tu corazón, escúchale. Él nunca te mandará hacer algo para lo cual no te haya preparado (5) Deja de menospreciarte… estás contradiciendo a Dios (6) Nunca tengas una opinión exagerada de tu propia importancia (7) Cuando las cosas salen mal, no te culpes siempre por ello. Admite tus errores, aprende de ellos, y sigue adquiriendo fortaleza y sabiduría (8) Cuídate de no pensar demasiado tiempo en ti mismo. No te obsesiones por lo que has hecho, bien o mal; ambas actividades mantienen tu mente ocupada en ti. Escucha: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3); (9) Cuida tu cuerpo. Haz lo mejor que puedas con lo que Dios te ha dado, pero sin excederte ni caer en la vanidad por tu apariencia… recuerda que por muy buena que sea, es temporal (10) No permitas que tu educación se convierta en un motivo de orgullo, o la falta de ella en una causa de inferioridad. Dios no te usa según el grado de tu coeficiente intelectual, te usa por tu obediencia (11) Tus talentos son un regalo de Dios, no algo que hayas producido tú mismo, así que no mires con desprecio a la gente que no puede hacer lo que tú haces (12) No menosprecies tus debilidades, porque ellas te mantienen dependiente de Dios.

viernes, 27 de septiembre de 2013

MI AMIGO ME NECESITA

Lectura: 1 Juan 3:11-18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. —1 Juan 3:18 Hace poco, mi esposa Janet y yo le compramos una buena cantidad de carne a un amigo que criaba ganado en una pequeña granja. Era más barata que en la tienda de comestibles, y la pusimos en el congelador para usarla durante los meses siguientes. Tiempo después, una terrible tormenta con rayos dejó la zona sin electricidad. Durante las primeras 24 horas, confiábamos en que la carne se mantendría congelada, pero cuando llegó el segundo día y aún no había novedades de que volviera la electricidad, empezamos a preocuparnos. Contactamos a Ted, un miembro de nuestro grupo de estudio bíblico, para que nos aconsejara qué hacer. Él canceló una cita y apareció en nuestra casa con un generador para suministrar electricidad al congelador. Estábamos agradecidos por su ayuda, y sabíamos que nacía de su amor a Cristo. El antiguo dicho «en la necesidad se conocen los verdaderos amigos» cobró un nuevo significado para nosotros. En 1 Juan 3:18, el apóstol nos recuerda: «Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad». A veces, esto implica perder nuestra comodidad para ocuparnos de las necesidades de otros o recibir esa ayuda cuando la precisamos. Después de todo lo que Cristo hizo por nosotros, es una bendición ser sus manos y sus pies al amarnos unos a otros. Cuando amamos a Cristo, amamos a los demás.

sábado, 21 de septiembre de 2013

¿CRISTIANO, QUE ES LO QUE TE MOTIVA?

“TÚ GUARDARÁS EN COMPLETA PAZ A AQUEL CUYO PENSAMIENTO EN TI PERSEVERA…” (Isaías 26:3 A todo el mundo le motiva algo. ¿Y a ti? (1) ¿Culpabilidad? Las personas que se dejan guiar por la culpabilidad son manipuladas por sus recuerdos. Dejan que su pasado controle su futuro. Inconscientemente hacen un sabotaje a su propio éxito, pensando que no merecen esta o aquella bendición. Somos el resultado de nuestro pasado, pero no tenemos que ser sus prisioneros. Dios nos dice: “No os acordéis de las cosas pasadas…” (Isaías 43:18). ¡Haz caso de lo que Él dice! (2) ¿Enfado y rencor? En vez de soltar el dolor por medio del perdón, ¿lo escenificas constantemente en tu mente? Quienes te han dañado sólo pueden seguir dañándote si guardas el dolor por medio del rencor. Por tu propio bien, perdona, aprende de ello y sigue adelante. (3) ¿Miedo? Muchos de nuestros miedos son el resultado de una experiencia traumática, de expectativas irreales, de crecer en un hogar de mucho control, o de predisposición genética. Sea la causa que sea, el miedo es una prisión que nos imponemos a nosotros mismos, la cual nos impide llegar a ser lo que Dios quiere que seamos. Levántate. Actúa contra él con las armas de la fe y del amor, pues “En el amor no hay temor…” (1 Juan 4:18). (4) ¿Materialismo? ¿Piensas que si tuvieras más, serías más importante? ¡Falso! ¡Tener no es valer! ¡Tu valor no depende de tu cartera de valores! La mentira más común acerca del dinero es que teniendo más, estarás más seguro. Pues no, la seguridad verdadera se encuentra sólo en lo que nunca te puedan quitar: tu relación con Dios. Así que, ¿cuál es la solución? Una vida controlada y dirigida por Dios para así poder cumplir sus propósitos.

DIOS TENIA OTROS PLANES

1 Pedro 1:1-9 El corazón del hombre piensa su camino; mas el Señor endereza sus pasos. —Proverbios 16:9 Mi amiga Linda creció planeando servir en la obra misionera como médica. Ama al Señor y quería servirlo llevando el evangelio a enfermos en lugares del mundo donde la asistencia médica es escasa. Pero Dios tenía otros planes. Ella logró su objetivo, pero no como esperaba. A los catorce años, Linda contrajo una enfermedad crónica que la obligaba a internarse varias veces al año para ser sometida a intervenciones quirúrgicas delicadas. Sobrevivió a una meningitis bacteriana que la dejó en coma durante dos semanas y ciega por seis meses. Dos años seguidos, celebró su cumpleaños permaneciendo internada en el hospital. En varias ocasiones, pensaron que moriría. No obstante, es la persona más entusiasta, agradecida y alegre que puedas conocer. Una vez, me dijo que su campo misionero, como había planeado y anhelado, es el hospital. Pero en vez de servir a Dios como médica, lo hace como paciente. Al margen de cuán enferma esté, la luz del Señor irradia a través de ella. Linda ejemplifica la enseñanza del apóstol Pedro, ya que, a pesar de sus pruebas, se regocija, y la autenticidad de su fe da «alabanza, gloria y honra» a Jesucristo (1 Pedro 1:6-7). Escribe tus planes con lápiz y recuerda que Dios tiene la goma de borrar.