martes, 8 de noviembre de 2016

LE SEGUIMOS PONIENDO PATAS A LA FE II

Sobrellevad los unos las cargas de los otros… (v. 2). Gálatas 6:2-10 Voluntarios de una iglesia pasaron una noche helada distribuyendo alimentos a personas de bajos ingresos en un edificio de apartamentos. Una mujer que recibió comida estaba exultante. Les mostró su aparador vacío y les dijo que ellos eran una respuesta a sus oraciones. Mientras volvían a la iglesia, una mujer empezó a llorar, y dijo: «Cuando yo era niña, esa mujer fue mi maestra de escuela dominical. Va a la iglesia todos los domingos, ¡pero no teníamos idea de que estaba casi muriendo de hambre!». Sin duda, estas personas se interesaban en los demás y buscaban formas de aligerar sus cargas, tal como señaló Pablo en Gálatas 6:2. Es muy posible que no se hubieran dado cuenta de las necesidades de esta mujer, a quien veían todos los domingos, y ella no había dicho nada al respecto. Pero como se movían por fe…, y no por vista, Dios como en todos los casos se encarga de preparar la gente que debe ser bendecida…, si tu quieres hacer algo para Dios… El te va a preparar lo que tienes que hacer con almas con las cuáles convivís o no y que están necesitadas, quieres salir a predicar…, El te va a poner a quien y en donde…, quieres ir a orar por alguien El te va a poner por quién o qué…, quieres unción, poder, manifestación del Espíritu…, tírate a la pileta aunque no tenga agua. Este podría ser un recordatorio para que todos tomemos consciencia de los que nos rodean y que «hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe» (6:10). Las personas que se reúnen para adorar juntas tienen el privilegio de ayudarse unas a otras para que ningún miembro del cuerpo de Cristo padezca necesidades. Si nos ocupamos de conocernos y nos interesamos por los demás, quizá nunca tengamos que decir: «No teníamos ni idea». Señor, ayúdame a ver las necesidades de los demás y a suplirlas. Nada cuesta tanto como interesarse… excepto no interesarse.

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